Conta la filla major de Josep Castanyer i Fons:
I va tenir paraula, la meva mare va ser encara convocada a la Comissaria General, però a partir d´aquell dia, deixaren de venir a escorcollar la casa.”
Conta la filla major de Josep Castanyer i Fons:
I va tenir paraula, la meva mare va ser encara convocada a la Comissaria General, però a partir d´aquell dia, deixaren de venir a escorcollar la casa.”
Per Angeli Castanyer i Fons
(Conferència donada a l’Ateneo Ibero-Americano de París – Dècada de 1950)
Cuando se trata de homenajear a un poeta reconocido cuya implicación literaria no le impide a la vez constituir una fuerte personalidad política, la tentación es grande de intentar deslizarnos subrepticiamente entre una nube de consideraciones abstractas, de ditirambos líricos mas o menos felices, siquiera sea por ver de demostrar a todo el mundo cuán cerca del alma exquisita del poeta hemos sabido situar nuestro espíritu, bien que pueda ser esta también la mejor manera de poder encubrir sobre qué mínimo pedestal de vana inconsistencia habríamos sido capaces de situar así para siempre a nuestro gran poeta querido y admirado. Porqué a fuerza de querer ignorarle como hombre público, como ente social activo y presente, en razón de no se qué otra virtualidad cualitativa más elevada, más elevada por cuanto más pura y recóndita, lo que en realidad habríamos llegado a hacer es esto: vaciar su obra literaria de aquellas sus cualidades propias más íntimas y directas, es decir, privarle de toda trascendencia objetiva realmente auténtica y veraz.
Este podría ser el caso hoy en lo que a mi respecta si, por el contrario, no me apresurara a decir ante todo que, para interpretar correctamente la personalidad literaria de Thous Llorens, lo único que a mi juicio no nos está permitido ignorar aquí es precisamente su condición política, la trascendencia inevitable de una actitud y una responsabilidad bien delimitada ante la cosa pública: al lado o en frente, jamás al margen, de la sociedad que lo ha conocido y lo ha adoptado. Pero es así también que, sobre esta base, la primera consideración práctica a deducir resultaría ser, en cierto modo, una negación: la de que, a causa de una actividad pública casi permanente, la obra específica literaria de Thous Llorens no ha debido ser extensa y homogénea sino varia y dispersa; en realidad, la más indispensable a dejar situada en primer plano aquella otra vocación que, tanto o más que la política, constituyera el nexo profundo de todas sus aspiraciones y actividades; quiero decir, el magisterio público.
Así, para llegar hasta el poeta y comprenderlo, el camino a seguir no habrá de ser precisamente aquel que mejor pudiera conducirnos hasta el recinto amagado de sus evidentes capacidades líricas, sino al más socorrido y fácil de la “petite histoire” normal y cotidiana. Y bien; en ella observamos que si a los diecinueve años Thous Llorens había adquirido ya el titulo de Maestro Nacional, no es esta vocación por la enseñanza pública la que precisamente llegará a practicar en toda su plenitud. ¿Por qué? La razón es simple. Porque en España, por paradoja, un maestro de escuela llevado a ejercer la profesión, lo primero que ha de resignarse a no practicar jamás… es su oficio de maestro; y ello en virtud, o a pesar, de que, por su propia naturaleza, este magisterio público habría de consistir precisamente en propiciar a mansalva la saturación moral e intelectual del pueblo, de un pueblo sobre todo como el nuestro, condenado ya des de la cuna a una confabulación sistemática, organizada, entre un Estado fundamentalmente teocrático y una Iglesia rabiosamente estática, un Estado absoluto y una Iglesia gregaria, anatemita, inconciliable a todas luces, es decir, virtualmente inconciliar o inconcilista.
Interpretar, pues, la ingerencia decisiva de un poeta en nuestra pétrea sociedad no es cosa a mi juicio que pueda resultar extraña a las peripecias mas o menos corrientes y hasta vulgares de la vida íntima; porque el problema que al poeta se le ofrece no es distinto, claro está, del de cualquier otro español sujeto también a tolerar su patria. Así, nuestro poeta, caballero letrado como Quevedo, pero sujeto sagaz como el Lazarillo, ha debido saber muy bien que en España no hay forma de existir si no es dando la sensación a todo el mundo de que se existe de veras… aunque de milagro; porqué existir de veras y milagrosamente consiste en ser poseedor de un capital deliberado de honestidad convencionada, es decir, constante y sonante; y que el único capital legítimo en un país legalmente amoral es el de hacerse asegurar, en nómina pública, el condumio diario, el peculio domestico. Pues bien; es lo que nuestro poeta ha resuelto ya antes de hacer sus primeras armas, sus primeros versos, a sus catorce años justamente, obteniendo por concurso una confortable plaza de oficial administrativo en el Ayuntamiento de Valencia. Tratándose de un español, bien podemos decir que ha sabido poner a tiempo una pica en Flandes. Y esto no es capcioso ni tan vano o pueril como parece; porque es a partir de este objetivo esencial, previo, que un español idéntico a sí mismo puede permitirse el lujo de instalarse definitivamente en la piel sumisa de Sancho Panza o de Don Quijote, el personaje típico que mejor le convenga y más le plazca… puesto que con idéntica lógica y con igual dignidad.
Claro está, nuestro poeta prefiere devenir Quijote; pero un Quijote seguro, verdadero, sin amalgama fraudulentas, tal aquel singular hidalgo, loco y turbulento, pero que acabaría sus días tranquilo y juicioso, entre gente sensata y razonable… dejando a su pobre escudero en la estacada de sus sueños frustrados. No; el quiere ser Quijote como un hombre cabal, es decir, cabal de juicio como un hombre, como un hombre dispuesto a perder totalmente la razón a fuerza de saber discernirla y avalarla como es de ley, deliberadamente, con magno estoicismo, hasta convertirla en sangre de su propia sangre y derramarla a fondo y por doquier, como un regalo, no en pequeñas aventuras más o menos ingenuas y zaragateras, sino en un combate interior duro y permanente, claro y concreto. En una palabra; puesto que ya le es fácil dejar de practicar inútilmente su vocación, hará algo positivo y eficaz: se dedicará a orientar, al margen de su profesión, en franco tirador de la cultura, a todos aquellos aspirantes a maestro que quieran tratar de descubrir, con él, la manera mejor y más segura, aunque más penosa, de enseñar la enseñanza; enseñar la enseñanza tal como él la entiende y la practica: como una entrega absoluta y permanente de la propia riqueza interior, a la vanguardia del progresismo ideológico, sin complejos dogmáticos ni cabriolas pecuniarias, frente a todos los formalismos convencionalistas de la sociedad burguesa, una sociedad vinculada al positivismo más deliberado, adscrita a los principios inmutables del materialismo más rudo y más espeso, principios, claro está, que él, pensador racionalista, espíritu delicado y hombre bueno, no llegará nunca a encontrar ni suficientemente lógicos ni excesivamente justos. Así, Thous Llorens, mentor de maestros, será el animador, a todo lo largo del circulo de sus amistades, tan extenso y tan vario, de una especie de magisterio, si no público, popular; de una comunidad abierta por la enseñanza laica, tarea fascinante en aquella época de analfabetismo organizado, de oscurantismo consuetudinario y legal, que constituiría la punta de lanza de toda acción positivamente revolucionaria o simplemente renovadora: la emancipación del pueblo por la cultura como objetivo esencial, fundamental, a todo trance y por encima de todo; por encima de todo esnobismo culturalista de fachada, de todo exclusivismo dogmático y politiquero; y ello porqué es llegado ya el momento precisamente -así lo proclama él a toda hora- de tomar partido, de hacer una política determinada y determinante de la cultura; en una palabra: de adoptar una actitud pública de idealista responsable, de poeta en acción, poeta a fuerza de descubrir el pecho a la verdad y a la generosidad; de acabar para siempre, si es posible, con ese eufemismo hipócrita de la poesía pura y el arte por el arte y el juicio emergente y la razón equidistante y otras zarandajas por el estilo. Porqué para él está bien claro ya que en todo hombre de letras existe implícito un ente social dispuesto a darse o a venderse, dispuesto a convencer o darse por convencido, según que sea o no artista o intelectual auténtico, es decir, que no deje de ser, además de intelectual puro, hombre limpio y sincero, leal y audaz con sus propias ideas y ante sí mismo. Justamente lo que él es: audaz y leal a todo trance y a prueba de bomba. Nos lo demuestra en todas sus creaciones de orden cultural, tales como
Y es así, en esta amalgama tan difícil de hombre bueno y avisado, frágil y tenaz, idealista y práctico, que podremos llegar a descubrir finalmente nuestro poeta, ese poeta que el pueblo necesitaba y que nosotros también habremos deseado y presentido. Porqué es en medio de esta afortunada coyuntura que Thous Llorens llegará a verse centrado él mismo en sus propias dimensiones, situado automáticamente en el cauce real propio a la personalidad ambivalente que es la suya: a medio camino exacto entre la política y la pedagogía, el arte y la literatura; entre la vocación activa, el sentimiento puro y la noción razonada. Pues bien; esta conjunción ideal que él no ha buscado pero que ha resentido siempre, es la que viene a ofrecérsele espontánea, lógica, normal con el nacionalismo valenciano, el movimiento renacentista que acaba a penas de liquidar sus primeras expresiones timoratas del provincialismo anacrónico de Lo Rat Penat. Es el renacimiento literario y político de la personalidad valenciana, ya viva y orgánica, en que se verá él instalado de pronto como en una refloración maravillosa y definitiva de todas sus fuerzas interiores, como un eco real, cierto, infalible, de todo cuanto dentro de él venia adoptando la forma más limpia, el hálito más puro, la expresión exactamente bella y generosa. Porque ¿cómo sentirse en realidad lógico, justo desde un punto de vista universal y humano, si no es en comunidad total de espíritu con su mismo pueblo, sin coberturas ficticias ni especulaciones vanas de un exotismo frío y estéril? Él, profesor de español, ama escribir en lengua vernácula; porqué es su propia lengua y la lengua que hablan sus semejantes más próximos; ama a su tierra, estribación feliz de horizontes hermanos, pero que es la tierra propia, la más inmediata y la más íntima; y porqué es así, de esta forma directa, entrañable, que él llegará a percibir y asumir los ecos más propicios de otros hombres y de otros pueblos lejanos, de otras voces extrañas pero gemelas que recitan versos terriblemente iguales a los suyos y lloran sus mismas lágrimas, lágrimas de amor y de piedad, de piedad para los pueblos -todos- ignorados, para las naciones -todas- oprimidas. Y es así que un día llegará a percibir, al otro lado del planeta, la voz hermana de Rabindranat Tagore, el rapsoda indio de la voz vindicativa, voz que él hará resonar en las mentes perplejas de aquellos compatriotas suyos que no saben escuchar y no quieren oír:
Rabindranat, mestre, patriota i excels poeta.
En tu venere a lo teu poble
meravellós, pagà i asceta.
A lo teu poble de la jungla verge,
dormida baix el sol…
Si; porqué aquel pueblo, tan lejano en sí mismo y tan distante, tan distante del propio mundo en que apenas vive, también clama el vacío de su gran ignorancia, aletargado en su inmenso sueño, prenda segura del voráz extranjero.
Rabindranat: Benvingut sigues
Dins el sagrat del meu esperit.
D´aquest esperit que es desvetlla
per un deler inconseguit.
En tal foguera com la teua,
ma joventut se sacrifica.
Foguera ardenta de tres flames
que a un temps inquieta i purifica.
Mi juventud se sacrifica. He aquí la afirmación reveladora de un poeta auténtico, ese que estábamos seguros de encontrar; he aquí el haz luminoso que lo fija de pronto y lo sitúa en nuestro espíritu con claridad rotunda.
Flama d´amor pel sacerdoci
de molejar l´esperit infant…
Porqué es esa su vocación, su vocación primera, insustituible, de recrear y moldear las almas a expensas de la suya; el motor ideal que a él le mueve a recrearse también y fundirse en otras mentes, pobres mentes que, por ver abandonadas, él creerá infantiles.
Flama d´amor per nostres terres
amb un bessó deler ingent.
Company de Gandí, esperem l´auba.
També ma terra mira Orient.
Punxa de rosa feridora
que encara embauma la ferida…
Flama d´amor per
de sort i dol, de mort i vida.
Muerte y vida, porque la belleza es armonía obligada entre el dolor y la verdad, la verdad vital, entera, inabatible. Y así, en Thous Llorens el valencianismo no es, como para tantos agentes sucursalistas de las centrales políticas madrileñas, un trampolín de oportunismo circunstancial más o menos cómodo y rentable, ni tampoco, como para otros profesionales como él, un enunciado específico de especulación pedagógica que bien puede ser comprendido y olvidado simultáneamente. No; en él, el valencianismo es consubstancial; es todo y todo acción; todo lo que él piensa y todo cuanto ama; todo en cuanto él cree y aspira, fundido y confundido, profundamente y sin esfuerzo; y así, cuando habla al poeta amigo, tan lejano, es con el tono seguro de quien se sabe escuchado de su propio pueblo y en el espíritu mismo de un combate igual y de causa idéntica.
D´aquest esperit que te contempla
clos en l´ambient de la ciutat,
d´aquesta urbs de l´artifici,
d´activitat irresoluta,
sense el lirisme que sustenta les rotatives de Calcuta.
Ah, que son duros como roca firme estos sutiles versos que él quizás no habrá lanzado mas que por verlos perderse como una leve emanación de su espíritu, duros por demasiado ciertos para ser perdidos y olvidados. Porque es claro el artificio en que se escudan los políticos aletargados de esa su bella ciudad dormida, dormida bajo el sol, una ciudad frustrada que él quisiera liberar -pobre poeta!- a fuerza de lírica razonada, de racionalismo ilusionado, entre el clamor ingente de un mar de rotativas que cantaran a un tiempo la gracia y la virilidad de su pueblo libre, su pueblo ya recuperado, propio, dueño de sus destinos. ¿Dueño de sus destinos? ¡Casi nada! Un sueño, sí, realmente, un verdadero sueño de poeta, de poeta soñador que le da por creer y confiar en los otros hombres, en la comunidad de espíritu de todos aquellos que su gran ciudad alumbra y protege; de esos hombres repletos de convicciones cívicas, pobres poetas todos que un día, como tantas veces al largo de su historia, habrán de ser vencidos y arrollados, escarnecidos, por las hordas criminales de la reacción totalitaria, esa confabulación internacional del capitalismo a ultranza que en julio del 36 dirá continuar -y no sin razón- la historia de España, de
Como era de rigor Thous Llorens es condenado y encarcelado; como todo hombre de espíritu que ha tomado partido abiertamente por la democracia republicana; como todos los caballeros andantes que no han querido dejar de ser poetas de verdad. Fuera, en la calle, los otros, los poetas pancistas que se dicen puros, los emergentes y equidistantes, cantarán las glorias del Caudillo y verán el condumio asegurado. Thous Llorens tendrá que sobrevivir y hacer sobrevivir su poesía milagrosamente. ¿Milagrosamente? Sí; porque eso es nada menos lo que se le ocurre hacer con su lógica infalible. Puesto que él debe callarse irremediablemente ¿porqué no hacer hablar las piedras? En efecto, ¿qué otra cosa podría decirse de ese verdadero monumento poético suyo dedicado a
esplèndid oasi on la vista descansa
i on l´esperit en crisi, troba nova gaubança;
aquel oasis de columnas que emergen -dice- como palmeras plantadas en lo más intimo de la huerta…
La columna-palmera que el brancatge sustenta
i que munta serena, elegant i valenta.
Tan valiente y tan serena, tan idéntica al propio espíritu del poeta que
té l´anhel salomònic palpitant en la soca
i s´enrulla amb la gràcia de no fer-se barroca…
Claro que no. Jamás él podría consentir ser una alma barroca, él, tan resto y tan fino, tan claro y tan firme. Que si
Floró florit en eixe mateix lloc;
més que buidat per un humà cisell,
sembles quimera que com un tomell
ha germinat en el clavill d´un roc.
I es allí, entre aquellos muros solemnes, que él, náufrago hermético, dice, descubrirá en silencio profundo pero alado que viene a quebrarse caprichosamente entre las piedras
com la randa marina que entre rocs se desfà.
Aquel silencio, es el de su propio espíritu atormentado, el silencio ominoso de su bella ciudad vencida, vencida como tantas veces lo fuera y por las mismas gentes extrañas y con los mismos cómplices de dentro. Pero que fuerte se siente él así, sumido en su tremenda soledad, su soledad tan rica de floraciones duras, duras como las piedras que ahora le envuelven silenciosas. Y qué lejos están ya aquellos días luminosos en que el poeta habrá querido contemplar desde un avión aquella su ciudad tan querida, en un magno equilibrio de todos sus resortes íntimos, libre y feliz.
Equilibre blaníssim …
Suspensió ideal …
D´alt, més prop, el sol nostre de migdia;
Des de mi -no baix de mi- l´alba ciutat,
I, al costat, tot creixent, eixamplant-se, combant-se
El Mar.
El Mar!
Reflecte i transparència, espill y finestral.
Evadit de
estic immers en llum per tots costats.
I com quan més m´eleve,
duc més en mi la meua ciutat!
Soc al punt de l´atmosfera
on sura, condensat,
L´alè que s´evapora
-gesmil, pebrella, alfals, llenç net y terra humida-
del “bouquet” valencià.
Equilibri blaníssim …
Planejant, planejant,
guie estols de gavines
sobre el mar.
No, no me corprén ser Icar
si, volant,
arribara a besar-te ara
oh mar!
Sobre el talem blaníssim
de ta meravellosa efloració abisal.
Però no;
vaig segur entre ales,
en el bell punt del fiel, equidistant:
horitzontal, oblicu, però sempre,
sempre equilibrat!
Si, esto fue Thous Llorens, el hombre y el poeta: un maravilloso ejemplo de altura moral y de equilibrio: En todas las órdenes. Naturaleza delicada, frágil, fue sin embargo un prodigio de integridad y consistencia. Bondadoso y sencillo, irradiaba una autoridad determinante. Avaro de su propia formación, se preparó con denuedo a todas las contingencias y no hubo actividad de cualquier orden literario y político en la que él no acoplara y se distinguiera siempre por su originalidad y eficiencia. Originalidad y eficiencia. Esa podría ser su calificación más adecuada. Porque, en el fondo, toda su actividad venia a resumir, como punto de partida, una actitud, un criterio original que obligaba a los otros a moverse y superarse. Y que implicaba sobre todo una condición previa incuestionable: el propio sacrificio; sacrificio que para el consistía, por ejemplo, en escribir versos únicamente cuando hallaba que no tenia otra cosa mejor, más eficaz que hacer. Y de publicar sus versos solo si se hacia indispensable: por nutrir una publicación o animar un espectáculo. Decía: “Un verso editado puede muy bien no ser leído; la poesía que yo practico y suministro diariamente en el partido, en la conferencia, en el mitin, ante amigos y adversarios, en comunión directa con los alumnos, esa no hay más remedio que avalarla y asumirla”. Cuando a fuerza de ruegos, en 1931, recién proclamada
Ja sobre els camps d´Iberia
Per tot arreu esclaten
Els fruits que són el símbol
De pàtria llibertat;
I mentres altres cullen
Els fruits de la victòria,
El poble de Valencia
No deu estar parat.
Poesía esta clara, rotunda, eficiente, de un profesor de maestros que escribe para el pueblo y únicamente para el pueblo, desdeñando éxitos fáciles y honores vergonzantes, comprometiendo en todo momento su bienestar económico normalmente asegurado. En el declive de su vida, los Amigos de
Càlida calma. Crema l´aire
En el migdia de l´estiu,
Amb sa fermesa i son bell caire,
les torres s´alcen junt al riu.
Cóm és que hi resten serenes
I amb tanta majestat?
És que fa guàrdia en les almenes
L´ànima en peu de la ciutat?
Decididamente es un poeta que no tiene remedio. Poeta i ciudadano, íntegro y trascendente; tanto, que su trascendente integridad no podrá resistir el golpe esporádico y banal, el suceso imprevisto con que no contaba un combate glorioso y permanente como el suyo. Un día, la capital levantina se despertará entre los estragos de una riada que inundará sus calles de lodo y miseria. Nuestro poeta, ya enfermo de gravedad, debilitado en extremo, no podrá resistir el tremendo espectáculo y acabará apagándose poco a poco, de dolor y tristeza, antes de que la ciudad haya podido recuperarse.
—————
Maximilià Thous Llorens: Poeta amic, company fervent en els dies inoblidables de la germandat valencianista: ja no sé si he degut creure´m digne de retre´t homenatge davant els nostres conciutadans, tots aquells lluitadors com tu que, lluny de la terra, ressenten avui el teu esperit inimitable, tanmateix com enyoren cada dia i a tothora el goig perdut de la terra amada, de la nostra pàtria, anorreada, esclavitzada, plena de fang i de misèria íntima, malgrat els signes exteriors d´una riquesa aparent que mai ni a ningú podrien enganyar; però, per concretar-me, per resumir la veritat d´aquest humil homenatge a la memòria teua, deixa que ara puga jo reprendre al teu indret aquells mateixos versos que un dia vares voler tu adreçar-li a aquell poeta que llavors va ésser símbol de les teues pròpies virtuts i dels teus grans delers:
Rabindranat:
El teu nom líric
Sura intensíssim en l´espai …
Més que tu muigues, el seu eco
No podrà perdre´s enjamai!
per Angelí Castanyer i Fons
Parece ya incuestionable que la guerra actual (segona guerra mundial) implicará una revolución profunda de la sociedad y que esta llevará consigo, a su vez, un cambio casi absoluto en la estructura orgánica de los futuros Estados; y que la característica esencial de esta renovación, por lo mismo que ha de cimentarse en el triunfo de las ideas de libertad y democracia, obligará a realizaciones tan vastas como concretas, tan subjetivas como plurales. Triunfo de las Naciones Unidas querrá significar, al fin de esta guerra, triunfo de la sociedad democrática en todas las naciones sean cuales sean sus formas peculiares de expresión. Triunfo de la sociedad en la democracia, triunfo de la democracia por la libertad.
Porqué la experiencia totalitaria ha venido a demostrar-nos una vez más que sin una continuidad orgánica en el libre florecimiento del espíritu humano, las naciones no existen, y, en consecuencia, el Estado es una negación de la sociedad misma que, por fuerte que llegue a ser, encuentra siempre otro Estado circunstancialmente más fuerte que lo vence y aniquila.
El concepto centrífugo, absorbente, llegando a ganar una vasta zona de la conciencia pública en todo orden de ideas morales y económicas, políticas y sociales (grandes trusts, partidos nacionales, sindicatos únicos) había casi elevado a la categoría de un dogma la idea de que todo lo centralizado era bueno y de que toda manifestación dispersiva era nefasta. Concentración -reacción- era sinónimo de potencialidad. Expansión -altruismo- eran síntomas fatales de decadencia. Posiblemente lo interesante de estas concepciones es que no dejaban de ser un tanto ciertas en la substancia y que lo único incierto radica tan solo, sin duda, en la falsedad de su antagonismo aparente. Y es que el totalitarismo, al intentar centralizar hasta las ideas más dispares llegó a hacer olvidar a muchos hombres que, en realidad, lo único malo en la vida es todo aquello que carece de razón, es decir, de sentido justo des de un punto de vista humano. Y es así que ha logrado confundir en muchas conciencias no preparadas los conceptos del orden y de la ordenanza, del ideal y del misticismo, de la unidad y la unificación, y hasta de la unificación y la confusión.
—————-
A medida que los ejércitos de la libertad han ido cobrando trincheras a las hordas tiránicas, hemos visto como el concepto mismo de la democracia revertía en las conciencias como un bálsamo de vida nueva, llevando en sí un nuevo sentido más justo, más moral. La sangre desparramada de los caídos, afluye, como torrente de justicia, a la conciencia de los que quedan, demoliendo barreras de egoísmo, arrastrando todo un cúmulo de vicios e impurezas. Y bien: entre los significados más determinantes de esta magna lucha, no hay duda que resalta, en términos incontrovertibles, el triunfo del concepto federalista de las naciones libres sobre la concepción autárquica, centralizadora, de los Estados tiránicos.
Los Estados Unidos de América, la Gran Bretaña y la URSS., cada una representando concepciones distintas de régimen social-político (República democrática presidencialista, monarquía constitucional parlamentaria, socialismo soviético) coinciden en la forma federalista de su organización estatal: el ejemplo no puede ser más patente y aleccionador, como no lo es menos el caso de la pequeña Suiza, cuya exigüidad de territorio no es obstáculo ni mucho menos para mostrarse bajo el sistema federalista y rodeada de grandes Estados unitarios y antagónicos entre si, como ejemplo magnífico de convivencia nacional y estabilidad política. Y no menos significativo deberá considerarse el propósito por parte de los actuales dirigentes yugoslavos de convertir esta heroica región balcánica en una confederación de Estados autónomos.
Los hombres de la segunda República Española comprendieron el problema y aceptaron el principio y la necesidad de resolverlo, si bien supeditando su realización efectiva, como tantos otros problemas fundamentales, a términos de una imprecisión que, no por justificada en cierto modo, resultó menos operante y suicida. Decir que “España es una República “federable” es tanto como atestiguar un sentido unitario del concepto español… sin solución de continuidad. Se hubiera dicho: “La República Española es un conjunto de nacionalidades unidas en una confederación de Estados o de regiones libres” y se habría afirmado la unidad, tan positiva y lógica, tan justa como objetiva, de esa España tradicional, una y varía, que alienta y subsiste contra todos los vientos opresores, en las entrañas insobornables del pueblo español.
————
La última guerra civil ha venido a confirmar una vez más el error profundo en que ha venido incurriendo, con fatal persistencia, los gobernantes españoles. Al estallar el conflicto e independientemente de toda otra circunstancia imponderable que no hace al caso, España quedó dividida casi simultáneamente en dos: la España periférica, formada de las regiones tradicionalmente liberales, que impulsadas hacia horizontes de renovación democrática, quedaron automáticamente adscritas a la legitimidad republicana, y la España cesarista, de raigambre unitaria, que sin gran esfuerzo pudo ser deslumbrada por el brillo, tanto como por la acción, de los espadones insurrectos, aureolados con el incienso ancestral del totalitarismo. No, no es por una circunstancia fortuita que el fascismo español estableciera sus cuarteles en el corazón mismo de la vieja España imperialista. No, no es banalidad intrascendente que el General Franco haya querido acusar el símbolo de la unidad patriótica ciñendo el mando de Carlos V y la espada del Cid Campeador. Y que Jiménez Caballero, uno de los teorizantes más caracterizados del régimen franquista, saludara la desaparición de la República Española, de la España “federable”, con estas palabras tan apropiadas como sinceras: “Tengan bien en cuenta Cataluña y Vasconia, que esta vez no las hemos conquistado por medio de unas elecciones zaragateras, sino con botas de montar y fusta en mano”… Como si no hubiera sido siempre así. Como si a todo lo largo de la historia de España no constara el testimonio cruel de un constante e infructuoso empeño de unificación bastarda, a sangre y a fuego, “con botas de montar y fusta en mano”.
————-
Con el restablecimiento de la República Española y la integración definitiva del Estado español a la moral democrática del mundo moderno, la cuestión federalista deberá abordarse con igual serenidad y con la entera decisión que requiere el construir dicho problema la base esencial, los fundamentos mismos en que ha de cimentarse el establecimiento de la única unidad española que es justa y viable. Aunque solo fuera -y que se nos perdone la sutilidad- para resolver de una vez y de forma más viable y más justa el espinoso problema de las autonomías regionales…
Don Manuel Azaña, en su afán de abordar únicamente los problemas cuya solución se mostrara justa y racional desde el punto de vista de la continuidad histórica en su sentido anecdótico y ajena en lo posible a toda abstracción ideológica, se mostró inapetente a la solución federal y se constituyó, empero, en el defensor número uno de las reivindicaciones regionalistas… El caso no es paradójico como pudiera parecer. Don Manuel Azaña no comprendía el federalismo sin una conciencia federalista por parte de los diferentes pueblos españoles y reconocía en cambio el derecho a un estatuto de autonomía para aquellas regiones que la desearan y la proclamaran. Pero la época en que era obligado razonar de esta manera ha pasado ya, como han periclitado ya las razones que permitían confiar a la buena fe de las naciones agresoras y de las ideologías “cuadrilleras” el cuidado de no interceptarse en el camino de la libertad y la democracia… En la democracia moderna, todo lo que sea orgánico deberá funcionar; y deberá adquirir derecho orgánico todo cuanto se ajuste a principios formalmente adoptados por la conciencia democrática universal.
Planteada así la cuestión, nos encontramos con que el federalismo en España no puede ser ya el ideal abstracto de una parte de los ciudadanos españoles, ni mucho menos la aspiración unilateral de un cierto número de regiones hispánicas. El resultado de la ultima guerra civil ha de tener consecuencias de un sentido fuertemente biológico tanto en el orden de las ideas como en el de la estructuración orgánica para el normal desenvolvimiento de los imperativos ciudadanos y patrióticos. Con la abolición de esa España “una, grande y libre” de Franco, de Felipe V, del Cid Campeador, y con la consagración jurídica del espíritu renovador de los Comuneros de Castilla, de los agermanados de Valencia, de los Rabassaires de Cataluña, ha de quedar enterrado para siempre ese complejo morboso de la España… una, unificada, uniformada: invertebrada. Así Cataluña, por ejemplo, será siempre española, por mucho que ella misma quisiera empeñarse en lo contrario. Como las Castillas serán tanto más españolas cuanto más en puro castellano se produzca. Y todo lo demás, que no es lo de menos, se nos dará y lo daremos, todos, por añadidura… Lo que no deberá ocurrir jamás, en el nuevo orden democrático, es que la densidad de españolismo en el ciudadano español haya de medirse invariablemente por su capacidad, ya sea activa o pasiva, forzosa o espontánea, de asimilación de la idiosincrasia típicamente castellana o andaluza… o catalana. Bien está que haya podido pensarse así cuando el concepto de la unidad española venia aparejada espontáneamente a los imperativos de realeza, de feudalismo, de universalismo “catolicista”. Pero el “Imperio hacia Dios” ha debido fracasar con infernal estrépito y su fracaso arrastra, inevitablemente, todas las entelequias, todos los sofismas, fundamentalmente anticristianos, que lo mantenían, y que lo mantenían en una perenne senectud capaz de desesperar de rabia y consumir de pena a los cerebros más esclarecidos y a las conciencias más equilibradas de las últimas generaciones españolas.
Nos encontramos, pues, con que el federalismo no es ni una formalidad exótica, ni un antecedente obligado, ni una simple aspiración doctrinal, sino un imperativo más del sentido democrático, una formula equidistante de la unidad española en su sentido más genuino y vital, una reparación orgánica, esencialmente biológica, de los distintos conceptos que la uniformidad hacía parecer antagónicos, de nacionalidad, de patriotismo, de ciudadanía… española, justamente y noblemente española.
—————
Tratar de exponer en el reducido espacio que ofrece una mera exposición de principios como es esta las normas jurídicas a que debería adaptarse la estructura federal del nuevo estado español, seria pueril e improcedente: Pero no estaría de menos intercalar algunas orientaciones que pudieran considerarse mínimos y substanciales. Podrían ser los siguientes:
Todas las regiones deberán quedar circunscritas a iguales derechos y deberes para con el Estado Federal Español, mediante una aportación similar si no idéntica en sus manifestaciones típicas, a la comunidad republicana.
Todo antagonismo insuperable por las vías de solución jurídica interregional, quedará automáticamente sometido al fallo de los organismos centrales, tales como Gobierno y Parlamento Federal, Tribunal de Garantías Constitucionales, etc.
El Parlamento Federal sería integrado de representantes de elección popular por medio del sufragio universal, secreto y directo, por circunscripciones semejantes a las vigentes, supeditando la cualidad de candidato a la residencia normal en el territorio de su circunscripción respectiva.
Quedarían bien definidos los servicios y estamentos de competencia exclusiva central, tales como el Ejército, comunicaciones, etc.
Con el establecimiento de las autonomías regionales, deberá coincidir la liberación del Municipio, fuente inalienable de derecho popular y garantía la más indefectible para un desenvolvimiento espontáneo y vital de la sociedad en sus distintas manifestaciones políticas, sociales y religiosas.
Asimismo, deberán crearse las circunscripciones jurídicas intermedias entre los municipios y las provincias, correspondientes a las comarcas naturales, de manera que las actuales Diputaciones provinciales, al perder su cualidad de enlazamiento con el Estado Central, queden como el núcleo administrativo que recoja las iniciativas de los otros estamentos inferiores, transmitiéndolos, ya resueltos en lo de su competencia, a los Consejos y Parlamentos regionales.
Para los cargos públicos administrativos que no sean afectados directamente a los servicios de competencia central, tendrán acceso preferente los nativos o residentes habituales de cada región. En todo caso, se exigirá a todo funcionario de índole administrativa que no implique función directa del Gobierno Central, el conocimiento de la lengua hablada en el territorio de su afectación.
Los Presidentes de los distintos Gobiernos Regionales ostentarán a su vez la representación delegada del Gobierno Federal y formarán parte del Tribunal de Garantías Constitucionales o del Senado en su caso.
Per Josep Castanyer Fons
De la interpretació de la historia, naix el concepte polític i del concepte polític, la interpretació de la historia. Per què ? Perquè no hi ha en la historia una vibració sense conseqüència política, ni hi ha un fet polític sens repercussió en la historia.
De la realitat etnogràfica, naixen els nuclis econòmics i les coincidències psíquiques que associen o dissocien, unixen o separen tot esforç col”¢lectiu cap als imperatius materials, o cap a les superacions de l´esperit.
De les convulsions de la historia i dels indeclinables factors etnogràfics, naix el concepte jurídic per assimilació instintiva de lo necessari a la garantia humana, establint-se una compensació d´equilibri entre lo anímic i lo dinàmic, entre el sacrifici cap a lo col”¢lectiu i el benefici de una col”¢lectiva reciprocitat.
L´home viu necessàriament subjecte a estos tres imperatius que formen el conjunt meravellós del concert universal, si bé s´agrupa per àrees d´influència física, i dins d´estes, per capes de coincidència temperamental o anímica, formant-se així, les races i dividint-se estes en Nacions o Estats.
Històricament, etnogràficament i jurídicament, el nostre país, el País Valencià, té personalitat pròpia amb perfils vigorosos i inesborrables”¦ ; però abans de tota concreció categòrica del nostre patriotisme, volem fer algun comentari sobre conceptes que s´involucren, es mistifiquen i falsegen, amb intencions de grollera egolatria.
ESTAT I NACIÓ: Encara que la diferenciació de estos conceptes és elementalíissima i malgrat que els valencianistes no hem caigut mai en la poca traça de confondre-los, els nostres contradictors -fora quina fora llur filiació política- han argumentat sempre al marge d´esta realitat. La definició de l´Estat pot resumir-se dient que és el conjunt de pobles, nacionalitats o races que viuen baix una mateixa carta constitucional i per tant d´un mateix sistema d´organització política. En canvi, Nació és l´espai que ocupen sers amb costums, temperament, clima i caràcter idèntics. És a dir: Que la Nació creix de baix a dalt començant per l´individu, família comunitat i tots els elements ètnics i geogràfics que l´envolten, mentre que l´Estat té un sentit invers de formació essencialment política, que subjecta a les diferents col”¢lectivitats baix una mateixa « norma », sense discriminació dels valors immutables d´aquelles influencies anímiques o dinàmiques que donen forma i caràcter, personalitat i força, al conjunt de les diverses particularitats humanes. És així, que el Regne Unit, compren Anglaterra pròpiament dita i tots les demés factors o fraccions que estan subjectes a la seua direcció política, mentre que la Nació Anglesa, és solament l´espai a on s´aglutina tot lo que anímicament significa la vertadera personalitat d´Anglaterra. És puix així que nosaltres al vigoritzar la personalitat del nostre País amb els perfils propis que el caracteritzen, no neguem l´Estat, sinó que aspirem a una federació d´Estats lo més amplia possible, però en un sentit de reconeixement mutu i reciprocitat contractual, sense desnaturalitzacions ni imposicions d’uniformitat imperialista, amagat casi sempre baix la enlluernadora promesa de l´universalisme.
UNIVERSALISME I UNIFORMITAT: Una de les teories mes generalment mantingudes pels nostres contradictors, ha estat la de l´Universalisme. Lo absurd del cas, es que a mesura que insistien en la polèmica, prenien l´actitud despreciativa d´una suposada superioritat intel”¢lectual, quan lo que feien en realitat, era posar al descobert llur miopia intel”¢lectual i una ignorància o mala fe que es feia mes ostensible a mesura que augmentava la cega auto valoració de llur coneixements.
Seria una temeritat parlar d´història universal sense un previ reconeixement dels particularismes històrics, ni es podria parlar de geografia universal ignorant la geografia bàsica de cada país, regió o comarca, com seria absurd parlar de química sense conèixer les reaccions pròpies de cada matèria. L´Univers, es puix conjunt i el conjunt s’aconseguix sempre per la reunió d´elements que tenen de per si definició pròpia. Seria pueril pretendre unificar -millor dit- uniformar la geologia, apartant-la de les diferencies físiques que la constitueixen. Per tant, la terra presentarà sempre eixa meravellosa diversitat de zones agrícoles, mineres, hidràuliques, etc., sense que es puga pretendre l´obtenció del mateix producte en totes les zones; per a això seria precís «uniformar» la composició química de tota la terra, de l´aigua que la regara, a demés, «uniformar» també l´acció solar per a que la temperatura regulara les corrents aèries i el clima. Es a dir: Tota la terra tindrà que estar a la mateixa distancia de tot el sistema planetari, trencant aixina l´harmonia que regula el motor universal.
També és sabut que cada raça té característiques diferents i encara dins de esta mateixa raça, la geografia produix tipus distints. El clima, l´alimentació i el sistema de treball -tots en recíproca relació- tenen influencia decisiva i no sé a qui puga ocórrer-se li «universalitzar» un tipus base, no ja solament en la constitució física, sinó en una mateixa concepció intima, que fera a tots els homes amb la flema anglesa, la tenacitat teutona o el fatalisme oriental. El temperament es fill de l´ambient i en este ambient, tenen influencia bàsica el clima i l´alimentació.
Queda encara un recurs polèmic als «universalistes», la cultura! Ah la cultura! Quan parlem d´ella, sembla que posseixen el secret d´eixa màxima potencia i diuen: «tot es pot aconseguir per mig de la cultura»”¦ Però quina? Pretendran a cas un mateix nivell cultural per a tots els països, únic mig d´assegurar la comprensió humana ? Si així fora, tindrien que esperar la realització de qualsevol d´estes condicions indispensables: Que els països mes avançats es posen al nivell cultural dels enrederits, o que els països avançats es detinguen en el camí de llur evolució, esperant a que els altres arriben al mateix nivell, paralitzant la immutable trajectòria del progrés, amb la mateixa facilitat que un empleat públic dirigeix la circulació.
Reconeguem i sentim l´universalisme, dins el magnífic mosaic de la seua diversitat, però neguen l’uniformisme com una monstruositat científica. Està puix clar que el particularisme ètnic i geogràfic, obeix a lleis naturals de l´univers i que, nosaltres, sentint-nos valencians i valencianistes, fem un lleial homenatge a la realitat universal.
POLÃTICAMENT: Les relacions dels individus entre si i d´estos en la societat, tenen les mateixes arrels científiques, a més d´unes raons morals que s´establixen automàticament segons el grau de sensibilitat que caracteritza a cada país. Fins a hui, descartant el primitivisme de les kabiles o el clan familiar, no es coneixen més sistemes polítics que els d’origen popular, o els de dictadura o força, i casi sempre, són conseqüència l´u de l´altre. No hi ha d´evolutiu en el sistema polític dels pobles, més que els diferents matisos que van adquirint estos dos conceptes en les successives etapes de llur predomini. Si analitzem la historia, vorem que el dinamisme polític obra per impulsos de reacció i que els termes mitjos no són més que punts de repòs d´escassa consistència, en la col”¢lisió constant d´un sistema contra l´altre. Si la Democràcia vol estabilitzar-se en el manteniment de les essències populars, tindrà que cedir-li a l´individu, part de la sobirania de l´Estat, lo que encarna un perill per al punt mes delicat d´una estabilització.
I quan un sector de la economia es sent ofès o perjudicat, s´inicia el desequilibri i naix la oposició, engendrant la resistència i el desordre, generadors de la dictadura, com a mig repressiu i «unificado ». Però la dictadura, instintivament repudiada per tot individu, no pot fer-se duradora si no és cedint en autoritat tot lo que guanya en atracció en les masses i, llavors, perduda la força per natural degeneració del seu principi, o accepta el pas natural a la influencia de estes masses, o se la desplaça per la violència. En este cercle viciós se desenvolupa fins hui, tota la historia política dels països mes «civilitzats». Hi han dos excepcions, Amèrica i Anglaterra. La primera, manté el seu equilibri degut a que les masses econòmiques, afavorides per la riquesa natural del país i la escassa població, no han arribat encara al problema de l´empobriment col”¢lectiu, ni a la competència exterior que els obligue a l´establiment de plans defensius, que degenerarien forçosament en discrepàncies interpretatives del sistema. Anglaterra, ha resolt totes les crisis interiors, cercant a l’exterior tot quan li farà falta, i així es dona el cas de que una minoria de 47 milions, visquen «democràticament» a costa de que els 150 milions que constituixen el seu imperi, tinguen un regim que per a ells significa la negació de tota essència democràtica.
Però encara dins de la influencia devastadora o constructiva que les masses econòmiques poden exercir en la governació dels estats, segons l´esperit de col”¢laboració que les anime, cal tindre en compte que estes masses naixen i s´organitzen allí mateix a on té origen la font de llur economia, mantenint en potencia totes les característiques que imposa el particularisme ètnic i geogràfic. Seria puix il”¢lògic situar el centre nerviós i directiu d´estes masses a distancies oposes a llur situació i així no s´explicaríem que la massa econòmica que representa la riquesa tarongera de València volgueren trasplantar-la als Urals.
Altra cosa es l´organització que els Estats donen a l´intercanvi comercial per mig de les barreres duaneres. A simple vista, sembla que la discussió aranzelària no tinga més motiu que el de la simple conseqüència econòmica, però sobra un xicotet anàlisis del sistema aranzelari per a deduir fets polítics de màxima transcendència, car que els convenis venen sempre a afavorir als Estats de major potencia econòmica, i dins del mateix Estat, a la massa econòmica de major influencia política. En França – per exemple, existixen regions mineres que abastixen la capacitat del mercat interior i les possibilitats dels convenis exteriors. En Àfrica francesa, hi han també magnifiques zones mineres; però estes no es posen en explotació mentre signifiquen una competència econòmica per a l´Estat Director. També la indústria en la colònia o països de «protecció», està subjecta a limitacions -en ocasions absolutes- lo que significa no solament un desplaçament forçat del potencial adquisitiu cap a la «metròpoli», sinó que impossibilita la creació de masses econòmiques en els països de «conquesta» o «protecció». Esta manca de masses econòmiques, significa, lògicament la manca de forces en potencial de resistència i discrepància política, per quina raó, l´Estat de domini exercix son influencia sense preocupacions de reciprocitat.
En la Espanya «una e indivisible» divisa de coincidència casi absoluta en l´afany imperialista dels partits «nacionals», les masses econòmiques quedaven subjectes a les conveniències particularissimes dels grups «governants», i així, quan la demagògia parlamentaria o mitinesca no era prou per a garantir un resultat electoral, llavors, es legislava cara a l´aranzel i al proteccionisme econòmic. El País Valencià, coneix de sobra els efectes de la protecció aranzelària a regions menys «segures» en la recapitulació dels vots, i ha vist així, desplaçar-se l´atenció dels governs cap als camps andalusos, anul”¢lant la indústria de l´oli de cacau, que ha ressentit nostra economia i ha deixat a milers d´obrers valencians sense treball. Coneix igualment, els efectes d´atres proteccionismes que en moltes ocasions han dificultat i casi impedit, la exportació de la nostra taronja i demés productes de l´agra valencia. En certa ocasió, es plantejà este problema a un president del Consell de ministres, dient-li que la política aranzelària que es practicava significava la ruïna dels tarongers valencians i per tota solució digué «que arranquen els arbres i planten altres coses». Recorda igualment el País Valencià, les raons de competència política, que han segut causa de la desaparició d´indústries netament valencianes. Quants palmiters, quants sombrerers, quants ebanistes no han tingut que deixar València, seguint la immigració de llur indústria? Quantes altres no han mort i quantes altres no s´han pogut muntar per causa o impediment del termòmetre aranzelari? Per això, Catalunya, quan ha enviat un Ministre al Govern central, casi sempre ha estat al Ministeri d´ Hisenda. Coneixia bé el punt neuràlgic i especialitzava als seus homes per a esta matèria. Conseqüències? Protecció aranzelària per els productes que Catalunya importava, vigilància absoluta en els tractats comercials, en vista sempre a dificultar la importació d´aquells productes quin mercat li fora convenient a Catalunya.
Al País Valencià li mancava el sentiment de la pròpia estimació i per això la política valenciana havia d´ésser forçosament, la conseqüència trista d´una manca absoluta de personalitat. El gremi de «consumos» i els « volats de gos », saben molt d´esta dolorosa realitat.
També podem oferir als pseudo intel”¢lectuals que tantes tonteries diuen quan discutixen, un exemple dolorós de lo que significa per a la cultura d´un poble, una escola, un mestre i una llengua estranya. Clar que en els congressos internacionals de Pedagogia, s´han exposat les suficients raons tècniques, per a vindre en conseqüència a determinar que la instrucció primària deu donar-se en llegua materna. Això s´ho callen els contradictors, i segueixen parlant de la cultura, confonent de passa dialecte en llengua.
Malgrat la extensa legislació centralista contra la llengua vernacla (recordem el famós decret de Felip V i totes les disposicions oficials que l´han precedit), i malgrat també a la tenacitat incomprensible de molts valencians, el nostre poble ha sabut mantindre viva la nostra llengua. Per això, el xiquet aprèn a parlar en llengua valenciana desenvolupant els primers anys de la seua infantesa sense complicacions lingüístiques; però arriba l´hora d´anar a la escola i !oh tragèdia ! ni entén al mestre, ni el mestre sap arribar a l´anima del nen perquè tampoc coneix la seua llengua. En estes condicions, la tasca es difícil i poc agradosa sent una de les raons de la gran deserció escolar i per conseqüència, d´un gran percentatge de l´analfabetisme tan elevat en el nostre País.
No volem dir res de la tragèdia que significa per a un pobre camperol nostre, vore´s davant un jutge. A penes si compren una paraula de la farragossa verborrea jurídica i quan pensa en defendre’s, les raons li naixen torpes, vacil”¢lants i confuses, car que es veu obligat a pensar en valencià i a parlar en termes que per desconèixer-los, deformaran o contradiran la raó fonamental de la seua argumentació.
En resum: Som puix valencianistes, per respecte a la Història, a la etnografia, a la cultura i a la justícia del País Valencià.
Som valencianistes, perquè no volem reconèixer superioritats de castes ni dolors de submissió.
Per que coneixem els nostres defectes i volem corregir-los.
Per que coneixem les nostres virtuts i no volem sacrificar-les als apetits mai satisfets dels que legislen «por derecho de conquista».
Som valencianistes, en el desig sincer de col”¢laboració a una Federació Ibèrica, al concert europeu i a l´establiment d´un clima moral que possibilite la comprensió dels pobles en un vertader sentit internacional.
Per Angelí Castanyer i Fons
Germans catalans:
París 1963.
Polític i home de teatre, Josep Castanyer i Fons, va néixer à la ciutat de València l´any 1900. Amb el seu germà Angelí, al final de la guerra es va exiliar a Orà amb el Stanbrook, el darrer vaixell que va sortir del port d´Alacant. A Algèria les autoritats franceses el van confinar en una companyia de treballadors estrangers que construïa la línia de ferrocarril que des de la ciutat d´Orà s´endinsa en el desert. La majoria de treballadors eren refugiats espanyols, guardats per soldats senegalesos en unes condicions infrahumanes que en poc es diferenciaven dels camps de concentració nazis. Molts hi van morir i ell en va sortir malalt de la tuberculosi i condemnat a una mort anunciada en uns temps on tot just es començaven a descobrir els antibiòtics. Al finalitzar la guerra mundial es traslladà à París on va morir el 1951 a la edat de 51 anys. Gràcies al seu net, que ha indagat la seva figura oblidada com la de tants altres, podem oferir una relació de les principals etapes de la seva trajectòria vital.
_______
Abans la guerra:
Durant la guerra:
Exili:
La Universitat d´Alacant disposa d’una recapitulació de les seves obres teatrals:
Més informació a Enciclopèdia Catalana
Aquest text d’Angelí Castanyer escrit des de l’exili, a Orà el el 1945, ja el varem donar a conèixer fa un temps car és increible la coincidència del final d’època que descriu i l’actual. I creiemconvenient de reeditar el text a l’ocasió d’aquest 9 d’Octubre quan hi llegim: “la generació actual del valencianisme polític, i es disposa a continuar la lluita, per si sols i amb qui la comprenga, d’acord amb els principis inalterables de la llibertat per el progrés i del progrés per la humanitat, de cara al poble i en servei de la pàtria. Volen reprendre de bell nou l’estil heroic i concentrat que li és propi al valencianisme. . Fora el camarillisme rastrero, el partidisme aborregat, la salsa grollera dels pasteleos centralistes. A qui li agrade aspirar l’atmosfera tèrbola del “vent de ponent”, bon viatge: Ancha es Castilla.
Per Angeli Castanyer i Fons
Per a vindre a bon fi en la formació d´una veritable ressenya retrospectiva del valencianisme polític, quasi seria més lògic concretar-nos a una simple història del valencianisme en sí, i més encara, caldria només la síntesi històrica del País Valencià; car, la història del nostre país -com la història de qualsevol altre poble- més que la natural successió de fets que marquen un desenvolupament progressiu dels elements nacionals, es caracteritza justament per tot lo contrari. La història de la nacionalitat valenciana es representa per una lluita defensiva, mai interrompuda, contra l´acció estatificadora de la nacionalitat castellana i, en conseqüència, un procés permanent de desintegració nacional a mesura que ha anat perdent en la contesa.
És de sempre que els pobles fonamentalment agrícoles han degut ser les víctimes propiciatòries dels pobles erms. Com el treball i el progrés demanen llibertat i pau, els pobles sedentaris, quina base de vida és la agricultura, són de natural pacífics i amics de la raó, de la raó i del raonament, pobles de lleis, i de lleis populars; democràtics per naturalesa, lliberals per temperament. Tal és el nostre poble. I és així que els pobladors veïns de les mesetes ermes, sentien per contra la necessitat de devindre guerrillers. I ara bé: per a que un poble guerriller puga devindre conqueridor, li és necessari sentir-se imperialista, és a dir, emparar-se en una doctrina d´extensió nacional (l’espai vital de l´hitlerisme; el “Ancha és Castilla” dels reis catòlics) basada en la unitat expansiva d´un dogma. Sense la Mística catòlica, els reis castellans no hagueren pogut mai imposar les seues lleis, el seu idioma, el seu sentit nacional en suma, al nostre poble. És el mite de guerra santa contra el infiel l’únic que pot amagar cínicament el veritable sentir de rapinya i d´extermini de totes les guerres que ens han fet. El Cid Campeador, en hostilitzar la vida serena i progressiva dels primers estaments de la nacionalitat valenciana, no és més que un bandoler a sou de la noblesa feudal contra l´esperit creador i pacífic d´aquells moros valencians que havien sabut convertir un eixam de llacunes insalubres en la més polida vega del món. Per això el rei En Jaume I, que no ve de terres ermes, en fundar de bell nou l´Estat valencià i unir-lo a la Confederació Calano-Aragonesa-Balear, dona al nostre país una Constitució que, dins de l´època, implica lo més avançat i progressiu, lo més revolucionari diríem, no tan sols pel seu fons intrínsec democràtic (bastarà dir que per primera vegada en el món la classe treballadora tenia intervenció directa en la governació pública a través dels seus gremis (sindicats) sinó, i demés, per l´especial disposició i acoblament que el rei legislador sabé donar-li a les característiques consuetudinàries del poble valencià. És, pues, el primer estatut del País Valencià, són els furs que llavors li atorgaren, la base política del valencianisme -del valencianisme polític-, per quant en raó d´aquella carta constitucional el poble valencià podia, com a tal poble, considerar-se lliure, i l´esperit nacional, a més, tenia obertes de bat a bat totes les dreceres necessàries al seu desenvolupament natural.
Allí ve, en efecte, l´època de l´esplendor, en que el País Valencià és exemple de nacionalitats senyeres en totes les branques del progrés. És d´allí que naixen, per exemple, les primeres lleis internacionals per a la navegació (Llibre del Consolat del Mar); l´organització gremial de l´artesanat col·loca la indústria valenciana a un nivell magnífic de producció i d´harmonia social; la Universitat de València és aleshores el llumener on convergen totes les mirades del saber i de la ciència; apareix en Xàtiva el primer llibre editat a Espanya i és en llengua valenciana que està escrit; Cervantes, en el “Quijote”, no té més que lloances per a tota la literatura valenciana de l´època, composta “en esa dulce lengua que solo a la portuguesa puede compararse de gracia y de donosura”…I és en València que aleshores no es concebix l´acceptació d´aquell rei que no haja fet previ jurament dels nostres furs, de la constitució política establerta per al poble, i a on, per tant, un conseller del regne, Vinatea, pot recordar-li, en certa memorable ocasió de desvetllament popular, els termes protocol·laris del jurament foral: “Nos, que valem tant com Vos, i, tots junts, més que Vos”…
Però el fet que marca d´una manera absoluta i contundent la vitalitat nacional i el sentit de ciutadania política, és la gloriosa epopeia de les Germanies, la primera manifestació social-revolucionària de contingut veritablement ideològic i que no pogué menys de produir-se en una època de convulsions molt pareguda a la que nosaltres estem ara vivint. Fou en el segle XVI, allà per l´any 1500, en que Carles V d´Alemanya i Ier. d´Espanya, sentint-se més prompte emperador germànic que rei dels espanyols, es negà a reconèixer els Furs de València i llançà son exercit de vassalls castellans i moros mercenaris contra un poble que havia tingut la gosadia d´alçar-se en defensa de l´ordre establert, de la justícia legal. Els gremis d´artesans i treballadors s´organitzaren ràpidament en milícies regulars, i a les ordres de llurs dirigents d´ofici i assistits per elements representatius de la noblesa valenciana lleials a la Constitució, tal com els comptes de Villarrassa, Conseller de Justícia de la Generalitat, feren front a la traïció del rei i demostraren una vegada més l´ardiment ideològic i la consciència ciutadana tan tradicionals i característics del nostre poble.
Es així, com podem vore, que el País Valencià no ha fet més guerres que aquelles a que ha segut compelit per tal de defendre, no justament el sol patri, sinó la seua legalitat constitucional. Mai el poble valencià ha segut guerrer ni revoltós; però mai el poble valencià ha deixat de rebel·lar-se contra l´opressió i la tirania, vingudes sempre des de fora: És sempre en defensa pròpia que ha tingut que guerrejar; és sempre en defensa dels seus drets legals, de l´ordre vigent, contra la fúria opressora, contra la mística totalitària, contra l´esperit imperialista i reaccionari de les dinasties estrangeres.
“Quan el mal està en Almansa, a tots alcansa”, dien els nostres avantpassats. En efecte; 25.000 valencians hagueren de caure en la darrera batalla per la independència i per la llibertat (1717), quan Felip V, el primer Borbó, pogué donar-se el gust d´abolir les nostres lleis amb un decret que comença, textualment, en estos termes: “Por mi propio derecho de conquista, vengo en abolir y quedan des hoy abolidos y derogados todos los fueros, usos, lengua, costumbres y privilegios, del reino de Valencia”…
I llavors comença la decadència del País Valencià. Llançat de les escoles el nostre idioma, relegada oficialment a un lloc secundari la nostra gloriosa Universitat, abolides les tradicions més adients a son esperit nacional, apartada completament dels afers públics la intervenció del poble, el País Valencià tenia que caure ben prompte en la segona etapa fatal de la decadència: la època de la vergonya, en que el poble valencià arriba a oblidar-se de si mateix, a desconèixer i renegar la seua pròpia personalitat, a mesclar son esperit en la moral política del vencedor, en la mística totalitària de la Espanya centralista, de la Espanya, “una, grande y libre”…Tot el procés d´acompliment en la descomposició de la nacionalitat valenciana va parell a la regència de l´Estat espanyol per la dinastia borbònica; i, cosa ben natural, la decadència del País Valencià ha de coincidir amb l´inici de la decadència de l´Estat Espanyol totalitari… Expulsats, d´abans, els comerciants jueus i els camperols àrabs, l´Espanya una, de pura sangre, queda reduïda a una població de vuit milions, casi bé repartits entre gent de milícia i de clausura i nobles i funcionaris…
Però quan ve a aparèixer el darrer Borbó, l´Alfons XIII de trista memòria per a nosaltres, el valencianisme ha aguaitat ja a l´horitzó on suren les inquietuds autèntiques de l´ànima nacional. És coincidint amb el desvetllament polític que s´acusa en determinades zones de la societat espanyola per causa de les dos guerres carlistes, preliminars en línia recta de la tragèdia franquista, que un grup de patriotes valencians giren l´esguard cap el racó de l´ànima més íntim on l´ideal polític ni siga més que una il·lusió si cal, un deler impossible, però absent, això sí, de la realitat vergonyosa de cada dia que escau de la política immediata, política de “compadrazgo” provincial i de caciquisme centralista. Som apolítics, dien, com un timbre d´honor, en mig del desastre de la política espanyolista de les darreries del segle passat, aquell grup de somniadors que a si mateix es titulaven “Els Fills de la Morta-Viva”, quan es reunien d´amagat, com un delit inconfessable, per a fruir de la nostra literatura clàssica al record dolcíssim de la pàtria perduda; per a reviure-la, com un esclat de llum, en la foscor tenebrosa de la degradació política que els voltava.
Vent de ponent margix la collita;
Vent de ponent el cor debilita…
cantaven aquells esperits ansiosos d´aires purs i panorames nous, quan a tot lo llarg de l´horta valenciana no veien més que mentalitats corrompudes i cors esbalaïts al calor sufocant i depriment de les mesetes ermes… I els fills de la Morta-Viva, un dia, reixiren vore realçat, encara que com un somni no més a la llum del dia lo que fins al moment no havia segut més que una realitat secreta entre boires utòpiques: fundaren “Lo Rat-Penat”.
La fundació de “Lo Rat-Penat” marca el principi de la primera etapa de la època moderna del valencianisme polític. Bé que la nova agrupació de patriotes valencians no acusauna intenció de caràcter estrictament polític, el fet de propugnar l´afirmació i conreu de l´espiritualitat autòctona valenciana, des de un punt de vista literari, més bé erudit, ja du en si el germen renaixentista de l´alè nacional. En efecte, “societat amadora de les glòries valencianes“ s´intitulava “Lo Rat-Penat; res més i res manco. Però estes glòries valencianes van a ser conreades, revivides, per homes de formació política diversa, al cap dels quals es troben dos mentalitats tan representatives com dispars: Constantí Llombart i Teodor Llorente. Llombart racionalista, obert a tots els camins del pensament lliure; Llorente, poeta reaccionari, d´ideals conservadors. Es que va a entaular-se una lluita de tendències? No; l´època no ho permetix, i al “valencianisme” li manca encara la “valenciania”. La major part del poble havia perdut la consciència de la seva personalitat; desconeixia la història del seu país, les seues tradicions, les seues lleis, inclòs aquelles de més profunda arrel popular; sentia vergonya de parlar la seua pròpia llengua, fora de la llar casolana… “Lo Rat-Penat”, per mig de les seues edicions culturals i certàmens literaris, reneix la llum de l´esperit valencià, mostrant-li al poble el camí de l´esdevenidor, tot i fent-li conèixer només el seu passat gloriós, la seva substantivitat patriòtica, les raons de ser d´una espiritualitat nacional plena i indiscutible. És per això que un dia Blasco li dirà a Llombart: “Vos comprenc i vos admire. El pervindre és vostre sens dubte perquè la vostra causa -la nostra causa- és justa i positiva: Ja es trobarem en lo camí…”
En efecte: la bondat de un ideal que ha mantingut tota una generació de doctes escriptors, de poetes i erudits, ha degut donar sos fruits i els dona amb creixes. És llavors que amaneix una joventut clamant per què l´ideal abstracte devinga una idea activa, una voluntat creadora. La valenciania no pot quedar estancada entre la pols dels arxius i el cant ensopidor de contes i de rondalles: enyorar la pàtria, conrear la història, pot ser feina de vells reposats i venerables; fer-la reviure, mullar-la d´aires nous i reanimar-la, és el deure encomanat a aquells que ja saben qui són, d´on venen i a on deuen anar. Es crea la “Unió Valencianista”, sortida sorollosament de les aules universitàries: Ja no utilitzen només la llengua valenciana els camperols incultes –per ignorància“ i els savis isolats –per pedanteria. Els joves universitaris fan meetings en València i duen la Senyera a tots els indrets de la inquietud ciutadana. Un home es destaca a l´època: Vicent Tomàs i Martí, el jove metge de temperament revolucionari; d´idees democràtiques que, aprofitant l´oportunitat en que una fracció de l´antic partit Radical de València ha decidit enarborar la bandera de l´autonomia valenciana convertint-se en “Partido Republicano Regionalista”, es posa a servir-lo amb entusiasme, intensa i ardidament, com a revolucionari i polític patriota que és a un temps… fins a donar-se compte de que la nova nomenclatura no va a ser en l´ànim mesquí d´aquells pobres polítics professionals, més que un rètol d´ocasió, una bandera demagògica com qualsevol altre… Desenganyat, com a home de veritables sentiments patriòtics i de sentit veritablement democràtic, Tomàs i Martí se retira de la política activa i funda un setmanari valencianista “El crit de la Muntanya” destinat a la formació ideològica d´una nova generació capaç de renovar la mentalitat estreta i positivista de les masses republicanes. Però Tomàs i Martí mor en plena joventut el 1924, i el valencianisme, tal com es troba llavors la consciència del poble, està vist que no pot acusar encara una tendència política determinada. Per lo demés, tota Espanya és víctima aleshores de la inconsciència política en que han sabut submergir-la les classes dominants: Els patriotes valencians es veuen obligats a entendre-ho així i no poden més que formar la unió sagrada al voltant d´una idea clara i concreta: independentment de tota tendència partidista, es tracta d´alliberar la pàtria com a principi bàsic d´altres determinacions polítiques i socials, fent arribar a la majoria del poble la necessitat de divendre a la seua potencialitat autòctona d´acord amb les seues característiques consuetudinàries de treball, d´idioma, d´iniciativa espiritual; car si bé un poble pot ésser sotmès a qualsevol règim de servitud per més que la seua pàtria sia lliure i sobirana, mai un poble pot ésser lliure, encara fruint un règim avançat i progressiu, en tant que la seua pàtria resta tributària d´un Estat estranger o d´una consciència nacional estranya… Este és el principi polític que informa el moviment valencianista als inicis de segle, coincidint amb l´esclat potencial i progressiu que marca la primera Exposició Regional celebrada a València per la iniciativa i l´esforç casi exclusiu dels valencians.
Esta data dona principi a un llarg període de recreació en totes les branques de l´activitat valencianitzadora. No hi ha lloc a una llavor política cridanera, car la primera quarta part del segle es fa senyalar en Espanya pel joc monòton dels partits de torn. Amb l´inici de la decadència borbònica comença l´època de la renaixença literària valenciana. Certàmens culturals, exposicions d´art estrictament valencià, infinitat de publicacions. A un moment donat, venen a editar-se a València més nombre de llibres en llengua valenciana que en castellà. El teatre ateny un nivell sorprenent de producció i selecció: Milers i milersd´obres valencianes; centenars d´autors que escriuen en la llengua pròpia. “Lo Rat-Penat” continua la seua llavor callada i fecunda; és ja la casa pairal del valencianisme històric: però noves agrupacions de joves patriotes, amb eixe alè més ferm i progressiu que comporta l´existència d´un criteri definitivament polític de la valenciania, han fet son aparició: la “Societat Castellonenca de Cultura”, “Centre de Cultura Valenciana”, “Taula de Lletres Valencianes” “Nostra Parla”, “Agrupació Escolar Nacionalista”, etc, etc. Decididament els valencianistes s´han dividit; que ja no són pocs per a poder repartir-se i diferenciar entre els diversos grups de treball i selecció, moguts tots per una mateixa febre patriòtica. Però, és que el valencianisme no va a decidir-se mai a trencar els motlles caducs d´una política de cambra, sòbria, discreta, concentrada? Si. En la serenitat estàtica de la “Unió Valencianista”, entitat orientadora del politicisme doctrinari, un crit de renovació ha segut llençat per l´estol de joves patriotes que enlairen la bandera de les reivindicacions populars… És en plena dictadura primoriverista. El cisma ha hagut de produir-se i s´ha produït. Cridàvem abans pel redreçament espiritual de la pàtria vençuda com a premissa lògica de tot deler alliberador; però a tot el llarg de la península ibèrica diversitat de pobles són víctimes per igual dels estaments reaccionaris. Una vegada més, l´aristocràcia, el clergat i els grans terratinents, han muntat llur aparell de domini sobre el carafal de la traïció a les Institucions de l´Estat. Ja no cal, només, redreçar la pàtria subjugada; cal alliberar el poble també; cal fer un poble lliure dins una pàtria lliure, car el concepte de pàtria és un sofisma cruel si el poble que la forma no és més que un estol de mentalitats vençudes i de consciències esclaves. Naix l´Agrupació Valencianista Republicana”, pregonera de la llibertat i del liberalisme, partidària d´una Espanya federal i democràtica; reivindicadora de la nacionalitat valenciana dins de les raons adients a un criteri democràtic, humà i universalista. Si el poble valencià arriba a comprendre a este nou nucli de ciutadans patriotes, el País Valencià s´obrirà una drecera nova i definitiva en el concert de pobles progressius i Espanya haurà donat un gran pas en el camí de la seua vera unitat, unitat en la varietat, unitat lògica, sana, creadora i justa.1931.
Tomba la Monarquia espanyola, víctima dels seus propis errors. Cau, per fi, la dinastia borbònica, que ha retingut criminalment en més de dos segles l´historia d´Espanya. La primera bandera que fa son aparició en l´Ajuntament de València, per a proclamar la República, és la senyera dels homes de l´Agrupació Valencianista Republicana, presidits pels dos Consellers municipals que acaben d´ésser elegits i que amb la seua gestió, després, hauran d´acreditar l´estil sobri i discret, ardit i responsable a un temps, amb que el valencianisme polític es presenta davant del poble.
Però la política que despleguen en la regió valenciana els partits majoritaris lligats al melic de la gran família centralista no és la més indicada per a que el País Valencià aprofite esta magnífica oportunitat prometedora de les més altes realitzacions històriques. El republicanisme històric, plegat dels vicis tradicionals de la política camarilla, de baixes passions i de rancúnies, pesa com una llosa fins a impedir que el País Valencià ocupe el lloc que li correspon en la nova Espanya que acaba d´aflorar. És eixa, només, la gran desgràcia? No. És la manca també d´un ideal veritablement generós i desprengut i autènticament patriòtic dins de les normes altruistes del liberalisme i la democràcia. Als valencianistes se´ns acusava encara de “idealistes”… Fèlix Azzati ens diu “los librescos”, car no es concebia al valencianiste més que amb un llibre baix del braç… Blasco Ibáñez, que comprengué i animà el valencianisme, no va trobar temps que dedicar-li d´una manera franca i positiva… En efecte: el ser idealista en la política valenciana és més un defecte que una virtut; és un pecat groller que no dona dret a forçar les portes pesades i barroques d´eixe palau vell i empolsegat on viu i perdura inexplicablement el maquiavelisme oportunista de ball i casinet, de falses votades i volants de gos…
Però l´Agrupació Valencianista Republicana no desmaia i seguix la seua tasca orientadora amb la mateixa fe callada i igual ímpetu generós amb que els vells de la renaixença literària feren donació de llur prestigi personal, de llurs legítimes ambicions més immediates en holocaust de la pàtria amada, del poble ignorat, de la nacionalitat vençuda.
Què passa llavors en el valencianisme polític? La infecunditat renovadora, la monotonia claudicant i suïcida amb que els partits majoritaris arrosseguen, més que condueixen, la política republicana, ofega el cor estilitzat dels patriotes més inquiets, dels esperits més vius, que novament giren l´esguard cap a l´acció isolada, sense compromisos estèrils que paralitzen el vol de la seua activitat joiosa i viril.
Vent de ponent marxis la collita,
vent de ponent el cor debilita…
tornen a cantar els qui, amb la creació del “Centre d´Actuació Valencianista” volen reprendre de bell nou l´estil heroic i concentrat que li és propi al valencianisme. L´exemple de Tomàs i Martí ve a reprendre de nou en l´ànim desencantat d´estos últims romàntics del patriotisme. Fora el camarillisme rastrero, el partidisme aborregat, la salsa grollera dels pasteleos centralistes. A qui li agrade aspirar l´atmosfera tèrbola del “vent de ponent”, bon viatge: Ancha es Castilla.. Ells corren vora la mar llatina, front el “Mare Nostrum”, on el cor s´eixampla, sempre jove i ardit, a l´oreig acariciador dels ideals purs i el panorama obert. El “Centre d´Actuació Valencianista” acomplix la llavor que li pertoca. Ve a editar-se llavors “La República de les lletres”, alta publicació d´adoctrinament polític. Arriba encaixar-se la Setmana Cultural Valenciana en el programa de Festes de la Fira de Juliol de València. Casi res: per cada correguda de bous, una conferència literària, una exposició d´art, un certamen musical, una excursió científica als llocs i monuments històrics…
Però les realitats immediates de la política esdevenen tothora més imperatives que les abstraccions ideològiques i sentimentals… Hem arribat a octubre de 1934. La República ha segut lliurada, lligada de mans i peus, a la reacció feixista. L´Agrupació Valencianista Repúblicana i el Centre d´Actuació Valencianista són clausurats governativament i forçats, per tant, a la clandestinitat. I és llavors que el Centre i l´Agrupació comprenen la necessitat de fondre’s en un sol partit d´esquerres que unixca totes les experiències, tots els esforços, compendiant definitivament l´ideari i l´acció revolucionària que en si mateix comporta el sentiment i la raó valencianista. I és d´esta fusió que naix el “Partit Valencianista d´Esquerres”, com el punt d´arribada a la fi d´un llarg procés històric en que el valencianisme ha estat present per tot i per a tot lo que ha requerit aquelles condicions que donen el dret a governar; amor al poble, fervor patriòtic, consciència nacionalista, esperit de sacrifici, sentit de responsabilitat.
Però, el valencianisme -lògic i lleial és proclamar-ho- no es nodrix a l´hora present d´una sola fracció organitzada: En el marejol de la política valenciana altres dos nuclis han fet son aparició: “Nova Germania”, que té un sentit extremat en l´expressió del seu nacionalisme, i “Esquerra Valenciana”, formada d´antics militants del Partit Autonomista de València i que, en desacord amb les directives del Partit Radical de Lerroux, ho feren ja amb eixe doble sentit de superació esquerrana i dignificació més pròpiament autonomista.
També és lícit parar esment amb el fet significatiu de que, per a la formació del Front Popular, precursor i motor electoral del 36, el “Partit Valencianista d´Esquerra” hagué de constituir el nucli de convergència i creació d´un clima moral entre els diversos partits majoritaris, esquentats aleshores per recels i malentesos que feien difícil la convivència i la cooperació necessàries al moment.
Desprès del 36, al produir-se la insurrecció franquista, el Partit Valencianista d´Esquerra” ja no deixa un moment de formar en la primera fila de les actuacions públiques, de cara al poble, contra el feixisme i per la República Democràtica: En les Conselleries municipals i provincials, al Comitè executiu del Front Popular, en tots els llocs de representació i responsabilitat, com als fronts de guerra, des del començament a la fi, el valencianisme ha fet la seua entrega total, sense regatejos de cap mena, sense proselitisme partidista, renunciant sovint, per a l´interès general, a les seues més íntimes aspiracions; lleial, honesta i generosament.
I novament, a l´hora solemne en que la Península Ibèrica va a prendre el sentit d´una nova etapa de renovació històrica, i al món aguaita una nova era de civilització, el valencianisme polític se reclou en si mateix i, com sempre, adopta la posició que escau de son criteri invulnerable, de son passat honest, de son ideal autèntic: sense demagògia tèrbola, sense eufemismes d´irresponsabilitat, sense claudicacions innobles; amb ardiment, sense passió; decidit, més no impacient; honrat, però no ingenu. Quines són les normes programàtiques del “Partit Valencianista d´Esquerres? Heus ací la síntesi:
Alliberar el País Valencià de la tutela centralista, de l´estil totalitari amb que es recolzen tots els vincles tradicionals de la Espanya castellanista, fanàtica, militarista, reaccionària, que Felip V va fer prevaldre per les armes i que Franco, per les armes, vol ver subsistir.
Recuperar, per la cultura, el clima espiritual que li és propi a la seua personalitat autòctona, que fa del sentiment patriòtic valencià, no un negoci isolacionista de més o manco abast geogràfic, sinó l´afirmació d´una ànima fonamentalment lliberal, racionalista i creadora, que basa tot el seu desenvolupament en el lliure canvi econòmic i el pensament lliure, oberta a tota cooperació per a una nova unitat ibèrica justa i positiva.
Fer del treball i la producció el primer deure social amb relació als drets distributius de la riquesa, harmonitzat directa i estretament, amb els imperatius legals de ciutadania política que implique la forma republicana i el règim democràtic.
Entenem per règim democràtic, no la formula abstracta de l´antimonarquisme, que es dona per descomptat, sinó el conjunt d´institucions que tendixen en llur substància fonamental a fer de tot treballador un lliure ciutadà, i de tot ciutadà un treballador lliure, excloent així definitivament la injustícia social que tanca l´existència de classes en lluita permanent, nascuda d´una orientació exclusivista en la interpretació i ordenació real del materialisme històric.
I res més. Ara com sempre, i més que sempre ara en que la tragèdia espanyola ha fet palpables i evidents totes les raons històriques del nostre ideari, la generació actual del valencianisme polític, i en son nom el “Partit Valencianista d´Esquerres”, es disposa a continuar la lluita, per si sols i amb qui el comprenga, d´acord amb els principis inalterables de la llibertat per el progrés i del progrés per la humanitat, de cara al poble i en servei de la pàtria.
———————
En el marc dels XXXVIII Premis Octubre del País Valencià organitzats del 27 al 31 d’octubre 2009, al Centre de Cultura Contemporània per Edicions 3i4 i la Fundació Ausiàs March, s’han celebrat tres congressos: XVIII Congrés de Mitjans de Comunicació: Periodisme, Cinema i Literatura, coordinat per Josep Lluís Gómez Mompart, Rafa Xumbó i Enric Marin; XXI Encontre d’Escriptors: La literatura Digital, coordinat per Laura Borràs i Congrés Històric: L’exili de 1939, una diàspora històrica, coordinat per Pelai Pagès.
Una de les taules redones del Congrés Històric moderada per Santi Cortés estava dedicada a quatre valencianistes exiliats: Francesc Bosch i Morata, Angelí Castanyer, Emili Gómez Nadal i Josep Renau i les ponències anaven a càrrec de Romà Segui, Josep D. Climent, Albert Forment, i jo mateix invitat a parlar del meu pare.
La ponència en la que parle d’Angelí Castanyer i també del seu germà Josep Castanyer la trobareu a continuació.
L’EXILI DELS GERMANS ANGELÍ I JOSEP CASTANYER
mode de preàmbul
Quan el pare, el poeta i polític Angelí Castanyer, va haver de marxar a l’exili jo tenia 18 mesos i anava cap als 10 anys quan el vaig poder conèixer.
Fou l’agost del 1947, desprès de travessar clandestinament la frontera amb la meva mare. Llavors la frontera amb França encara estava tancada –l’obririen uns mesos després del nostre passatge.
Veient que el problema espanyol no es resolia desprès de més de dos anys d’acabada la segona guerra mundial, moltes famílies travessaven clandestinament a peu els Pirineus per intentar reunir-se amb els seus marits i pares refugiats. En el nostre cas, vam passar la frontera acompanyats per un guia sis persones, la mare i jo, la meva tia Ramona -dona de Josep Castanyer- amb la meva cosina, i la dona i el fill d’un amic comú dels dos germans, Juli Macian.
El viatge l’organitzava el cap de falange de la regió cobrant 1.000 pessetes per cap, tot una fortuna a l’època. En connivència amb la Guàrdia Civil el passatge a peu havia de durar, en principi, unes dues hores. Aquell dia havien canviat la guàrdia i no s’havia pogut encara establir el contacte i vam haver de fer la travessada intentant evitar els guàrdies. Vam sortir de Camprodon amb dos cotxes com si marxéssim d’excursió fins un petit poble prop de Set Cases. Els cotxes se’n van retornar buits i nosaltres esperarem de nit fosc per sortir del poble acompanyats pel guia. Caminarem tota aquella nit i tot un dia donant tombs i tombs amb curtes pauses per descansar; férem nit en una granja d’alta muntanya, i arribàvem a França l’endemà al matí amb els peus en sang. En una de les altes, el guia, un vell pastor de la regió, ens va explicar –avui encara no sé amb quines intencions- que unes setmanes abans, en les mateixes condicions, van ser sorpresos ja quasi arribant a la frontera i els guàrdies civils van disparar al grup que fugia; van matar una de les dones i van haver d’abandonar el cos a pocs metres de la línia de demarcació.
Al primer lloc habitat francès –tres o quatre cases de les quals una d’elles servia de bar- l’amo, ja previngut, trucà a la gendarmeria que ens va venir a recollir amb un cotxe i un sidecar per portar-nos, no recordo ben bé, si a Prats de Molló o a un altre poble dels voltants. Vam ser molt ben atesos a la comissaria i desprès de passar la nit a les cel·les, l’endemà, en tren, una parella de gendarmes ens custodià fins al “Camp d’Hébergement” de Rivesaltes, prop de Perpinyà.
El camp, fet de barracons i rodejat de filferro, tenia l’aspecte dels camps de concentració de la segona guerra mundial que hem pogut veure en fotografies. Aquest estava dividit en dues parts separades també per filferro. D’un costat estàvem les famílies dels republicans exiliats i de l’altre deambulaven el que més tard deduiria que eren presoners alemanys.
Dos anys desprès del final de la segona guerra mundial, a França encara hi havia soldats alemanys presoners que compartien camp amb les famílies dels seus adversaris republicans que els havien combatut! Una estampa eloqüent de la tragèdia viscuda pels republicans espanyols, i de l’actitud de les democràcies vencedores del feixisme! He trobat informació sobre el camp de Rivesaltes i sobre el fet que hi havien hagut presoners de guerra alemanys fins el 1948, però enlloc, que compartien camp amb les famílies dels refugiats republicans.
Al cap d’uns dies, el pare que des de feia poc residia provisionalment a Bordeus, ens va venir a buscar.
Darrere nostre quedaven famílies esperant, algunes des de feia molt de temps, el marit i pare que encara ningú havia pogut localitzar.
Activitats i càrrecs dels germans Castanyer abans i durant la Guerra Civil
Angelí Castanyer i Fons (Huéneja 1905-València1974) poeta Mestre en Gai Saber, i polític va començar les seves activitats culturals des de molt jove i amb a penes 18 anys era col·laborador de la revista Germania; a partir del 1927 a Taula de Lletres Valencianes; més tard a El Timó i El País Valencià. Fou membre fundador del Centre d’Actuació Valencianista el 1931 i membre de la primera junta com a responsable de publicacions, i a la junta de 1933, responsable a propaganda. Fou signatari de les Normes de Castellò el 1932 i membre de l’equip director de PROA creat per Gaetà Huguet, una espècie de Consell de Cultura i Relacions Valencianes fundat amb l’objectiu d’impulsar l’ús públic del valencià i d’afavorir les relacions entre els diversos partits nacionalistes valencians, i aquests amb els grups polítics de Catalunya i el País Basc. Durant la guerra, el 1937, ocupà el càrrec de Comissari de la Conselleria de Cultura del Consell Provincial de València amb Francesc Bosch i Morata de conseller, i el 1938 fou nombrat membre de la Comissió Permanent del Consell en representació del Partit Valencianista d’Esquerra.
Josep Castanyer i Fons(València 1900-París1951) polític i home de teatre (autor d’unes dotze obres estrenades) fou col·laborador de Teatre Valencià, Galeria d´Obres Valencianes, Nostre Teatre, Lletres Valencianes, Nostres Comèdies i director d’El País Valencià on escrivia sota el pseudònim de Batiste Conca. Fou cofundador de la Societat d’Autors valencians abolida per decret el 1941 per ser una “organización federalista embebida de separatismo”. El 1934 succeeix a Joaquim Reig a la presidència del Centre d’Actuació Valencianista i més tard en fou responsable de relacions. El 1935 ocupa la presidència del Partit Valencianista d’Esquerra i el 1936 quan el PVE obté 5 regidors a l’alcaldia de València, n’és Tinent d’Alcalde i president de la Comissió d’Instrucció Pública.
Durant la guerra, presideix el Consell d’Administració de la Societat General d´Autors d’Espanya (SGAE) a València, fou president del sindicat d´Autors i Compositors, delegat en el Front Popular, delegat al Comitè Executiu Popular i subdelegat de Cultura. Va ser comissari de la 46 Brigada Mixta comandada pel tinent coronel de la Guàrdia Civil Manuel Uribarri Barutell, i cap del S.I.M de la província de Castelló i front de Llevant.
L’exili a l’Àfrica del Nord
Al finalitzar la guerra, els germans Angelí i Josep Castanyer van poder embarcar a Alacant el 28 març del 1939 en el darrer vaixell que va sortir del port rumb a Orà, el famós Stanbrook, tot just abans l’arribada de les tropes feixistes italianes al Mediterrani. En la llista dels 2638 passatgers hi figuren amb els números 1706 i 1983, respectivament. Observant a la llista la edat i els cognoms dels passatgers es pot concloure que en aquell vaixell viatjaven nens de 8 a 12 anys, alguns d’ells germans i probablement orfes ja que no hi figuren els cognoms dels seus pares.
A Orà el govern Daladier –el signatari amb Chamberlain, Mussolini i Hitler dels degradants acords de Munich- tenia preparada als refugiats una humiliant quarantena primer –dies i dies confinats al vell carboner anglès en condicions sanitàries pèssimes sense poder desembarcar- per a després ser dirigits als “Camps d’Internament”. L’abril de 1939 Daladier encara va tenir temps de promulgar una llei permetent la incorporació dels estrangers que obtenien asil a les Compagnies de Travailleurs Étrangers (CTE). La III República francesa moribunda preparà així les condicions pels camps de treball del règim col·laboracionista de Vichy.
La política xenòfoba del règim de Vichy a la metròpoli és exportada a les colònies i les autoritats creen a l’Àfrica del Nord varies dotzenes de camps d’internament amb 8.000 treballadors forçats, la majoria d’ells espanyols republicans. Quan les autoritats franceses van tenir necessitat de ma d’obra per la construcció del transsaharià que va de Relizan, al nord d’Argèlia, a Bou Arfa al sud del Maroc, a través el desert, tiraren ma del contingent de refugiats espanyols. Angelí va poder lliurar-se’n però Josep va sofrir les condicions inhumanes d’aquells camps de treball guardats per soldats senegalesos al ben mig del desert. Amb aquelles condicions extremes les baixes eren importants i Josep va atrapar la tuberculosis de la que moriria pocs anys després, el 1951, als 51 anys. Aquestes condicions van durar més o menys fins el desembarcament aliat a l’Àfrica del Nord el maig de 1943.
Quan la situació es normalitzà i tan aviat com van poder, els dos germans entren en contacte, a l’Àfrica del Nord, França i Amèrica amb la diàspora valenciana com ho denota la seva correspondència.
A l’arxiu d’Angelí la correspondència s’estén tot al llarg de l’exili a partir del 1944/45 fins a finals dels seixanta, i entre els seus corresponsals trobem, per ordre cronològic a partir de les primeres cartes noms com els de Gaeta Huguet, Julián Gorkin, Juli Just, Francesc Puig Espert, Fernando Valera, Manuel González Martí, Eduard Buil, Joan Fuster, Emili Gómez Nadal, Albert Camus, José del Barrio, Nicolau Primitiu, Evarist Massip, Gordón Ordáz, José Giral, Jean Cassou, Francesc Puig Espert, Jordi Arquer, Alfons Cucó…
La correspondència de Josep, per força està concentrada en la dècada dels quaranta i si bé hi trobem menys noms, Gaetà Huguet, Uribarri, Manuel de Irujo, Esparza, Fernando Valera i Francesc Puig Espert, es pot dir que manté un intercanvi epistolar assidu amb els dos primers.
Va a ser interessant estudiar aquesta correspondència indispensable per conèixer la militància del valencianisme a l’exili. En efecte, a través dels escrits dels dos germans podem constatar que en el moment en que els va ser possible, reactiven el PARTIT VALENCIANISTA D’ESQUERRA (no oblidem que Josep n’havia estat president el 1934 i Angelí membre de la Comissió Permanent del Consell en representació del partit el 1938).
Les línies d’actuació de la seva acció són essencialment dues i s’hi mantindran fidels durant tot l’exili:
De l’ascendent que van poder arribar a assolir entre els exiliats ens en podem fer una idea per una carta en castellà de Josep, de la qual falta la primera pàgina i es desconeix el seu destinatari:
“(…) Recientemente se ha constituido un grupo cultural y de aproximación franco española, con el titulo de Cercle (sic) Garcia Lorca en cuyos organismos directores intervienen las más relevantes personalidades francesas y españolas. En el acto inaugural de la sección de Oran, celebrado el domingo ultimo, fue encargado del discurso de presentación mi hermano Angelino y ha sido tal el acierto y el éxito obtenido, que se ha tomado el acuerdo de editar el discurso. Ínterin, me permito señalarte el hecho de que para inaugurar el círculo y para rendir homenaje a García Lorca, haya sido encargado un valencianista… (…)”.
El fragment de carta no porta data. Tot apunta que l’acte va poder tenir lloc desprès del desembarcament del aliats el 1943 i més probablement cap al final de la guerra, entre l’alliberament de París en agost de 1944 i la capitulació alemanya el 8 de maig de 1945. Per aquestes circumstàncies i per la presència de “les més rellevants personalitats franceses i espanyoles republicanes, el conferenciant, oblidant-se del tractament rebut per part de les autoritats franceses a l’arribada i durant el govern de Vichy, celebra el país d’acolliment, retrata en castellà davant aquell auditori franco-espanyol, l’Espanya de sempre “esta España abandonada siempre de sus próceres y señores” i eleva a través Garcia Lorca un cant al poble espanyol i als seus poetes “pueblo español; solo, colosalmente solo, con su orgullo, con su honor, tu recuerdo”.
Tanmateix, no deixa d’aprofitar l’ocasió per dir qui és i què representa. Ho fa amb aquests termes:
“Quien os habla ahora no es un poeta hermano de Federico, de ese recorte sublime, jirón señero de todas las Españas. Quien os habla ahora es justamente algo, no ya distinto, sino simplemente distante del alma de García Lorca. Es una voz humilde de la otra orilla del mar Mediterráneo, allí donde la lengua de Mistral encontrara ecos espontáneos de amor y comprensión; un escritor de lengua valenciana o catalana; un hijo de aquellos felibres del Languedoc que en Valencia y Cataluña hallaron siempre aquellas calidas resonancias del Gai Saver; (…) es desde este punto crucial en donde Francia y España pueden darse perennemente su cita amable y discreta, cordial y comprensiva, desde donde yo contemplo, desapasionado y libre, el pensamiento gemelo, el corazón hermano, el “alma Mater” de Federico García Lorca (…)”
No es tracta ara i ací, d’analitzar detalladament els escrits, essencialment els manifestos i encara menys la correspondència, però sí, de fer-nos una idea d’allò que defensaven tant Angelí com Josep Castanyer. I el que defensen és, amb rotunditat, un País Valencià lliure en el si d’una República Federal Ibèrica. Una República que ja abans la mort de Franco fou abandonada per totes les forces polítiques antifranquistes i amb ella, tot l’exili republicà. A la transició van tenir “padrins” els militants comunistes –començant per ells mateixos- i als anarquistes no els hi ha mancat mai la simpatia internacional. Però pocs –per no dir ningú- van reivindicar els exiliats republicans i no cal dir-ho, si a més de republicans eren nacionalistes valencians! Només a Catalunya, de tot l’Estat, la voluntat popular, i la forta personalitat política de Josep Tarradellas van fer possible una negociació bilateral Catalunya/Espanya en la que el president exiliat va obtenir el reconeixement de la Generalitat republicana, el sol acte de ruptura de la “legalitat” franquista a tota Espanya. I val a dir, que ho va obtenir en contra d’un cert catalanisme bien pensant el qual havia apostat per un Consejo anomenat de los nueve en el que una sopa de lletres de partits espanyols i catalans deixava el restabliment de la Generalitat a la mercè d’una futura negociació desprès de la constitució de les Corts Espanyoles…
En data de febrer del 1944, des d’Orà, el PARTIT VALENCIANISTA D’ESQUERRA llença un manifest amb una versió en valencià i una en castellà titulat UNIÓ DEMOCRÀTICA D’ACCIÓ VALENCIANA, una plataforma unitaria del País Valencià que els dos germans havien creat. El document proposa als partits d’àmbit estatal de treballar junts per forçar la integració d’Espanya al nou ordre mundial que està sorgint amb la victòria sobre l’Alemanya nazi, i el destí del País Valencià dintre d’aquesta Espanya que volen federal.
Dos mesos més tard, el 14 d’Abril de 1944, coincidint amb l’aniversari de la proclamació de la República i en nom del PARTIT VALENCIANISTA D’ESQUERRA, llencen un nou manifest, aquesta vegada crític, on reconeixen la desunió existent entre partits.
I un tercer escrit datat a Orà el 25 de febrer de 1946 marca la posició del PARTIT VALENCIANISTA D’ESQUERRA sobre diferents temes de la plataforma de la UNIÓ DEMOCRÀTICA amb una declaració política en la que es proclama “la permanència de la vigència dels principis ideològics adoptats a l’últim congrés de València, resumits amb la reivindicació de la personalitat autòctona del País Valencià i dels seus drets d’autodeterminació política dins d’una comunitat hispànica, republicana, de base democràtica i de justícia social”.
L’exili de París
A finals de 1946, els germans Castanyer deixen l’Àfrica del Nord per instal·lar-se a París.
Immediatament hi funden la CASA REGIONAL VALENCIANA. Creen una Comissió organitzadora que en data de l’1 de gener del 1947 envia a tots els residents valencians una sol·licitud de col·laboració amb “una butlleta provisional d’adhesió de membre fundador del CASAL VALENCIÀ DE PARÍS”. Aquest nom solament apareixerà en aquest document que va signat per huit noms, els que encapçalaran la llista dels primers socis: Ferran Delvar, Amat Granell, Mario Soler, Angelí Castanyer, Gaetà Huguet, Manuel Uribarri, Emili Gascó Contell, Josep Castanyer.
Mario Soler havia combatut en la 46 Brigada Mixta a les ordres del tinent coronel de la Guardia Civil Manuel Uribarri i de Josep que n’era el Comissari polític. A París s’havia casat amb una neboda de Trotsky, de cognom Bronstein, filla d’uns jueus rics. Havia muntat una gran empresa d’importació/exportació de vins i és de suposar que va ajudar a sufragar les primeres despeses de l’entitat. Els altres noms són coneguts dintre del valencianisme i Amat Granell, com es sabut, és tinent i el primer combatent a entrar en el París encara ocupat per l’exèrcit alemany, el 24 d’agost del 1944, al front de la seva columna de tancs de la 2ª Divisió blindada del general Leclerc, integrada exclusivament per republicans espanyols.
Angeli que és, amb Josep, un dels huit signataris d’aquest primer document i que farà part de totes les juntes directives, curiosament no signa la demanda de constitució legal de l’associació a les autoritats amb el nom que esdevindrà oficial de CASA REGIONAL VALENCIANA DE PARIS. El pare m’havia dit un cop que ell era un dels que havien proposat CASAL VALENCIÀ DE PARÍS. Josep, en una carta a Gaetà Huguet que devia protestar per no haver-se mantingut el nom inicial, n’explica el motiu, i és trist de constatar que més de seixanta anys desprès encara trobem gent indocumentada defensant els mateixos postulats ridículs:
“Una de les raons per les que no poguérem imposar el nom de Casal Valencià –Gascó (Contell) és testimoni- fou l’anticatalanisme de molts valencians desvetllat per la posició absurda dels “quadernistes”[1] i mantinguda per la ignorància lamentable dels valencians que creuen que casal és paraula catalana. És deplorable una i altra cosa, però els fets són superiors a la nostra voluntat. El lèxic del butlletí ha merescut el qualificatiu de catalanista i contra això nosaltres lluitem amb totes les nostres forces, curant que la gent ixca de la foscor en que es troba fent-li conèixer la seua llengua (…)”
Les adhesions que aniran rebent permetran convocar una primera reunió de caràcter general. Arriben respostes de diferents punts de França i també de Bèlgica. L’associació tindrà socis corresponsals a Burdeus, a La Havana, a Toulouse i a Argelia.
L’assemblea general constituent té lloc el 23 de març del 1947 als salons del “Club Amicale de la Résistance” de París. A l’acta consta que el primer en fer us de la paraula és Josep Castanyer que dona compte dels treballs realitzats per la comissió “extenent-se en les raons de sentit pràctic i de fons patriòtic per les quals” es creava l’associació, i fent remarcar la presència a l’assemblea de Juli Just Gimeno “destacada personalitat valenciana al qual entenia obligat a cedir-li l’us de la Paraula, com la més representativa en aquells moments i que millor podia valorar els propòsits que a tots els animava.” En el seu parlament Juli Just exposà “les raons de tota mena que havien degut inspirar la creació de la casa Regional Valenciana de París, a la qual tenia l’honor d’haver-se adherit des del primer moment i de la que es posava completament a la disposició en tot quant poguera ser-li útil tant en el terreny estrictament personal com en el dels càrrecs públics que al moment ostentava.” En aquesta assemblea constituent prengueren la paraula altres assistents entre ells, Amat Granell.
El primer Consell Directiu de l’entitat quedà constituït per aclamació, de la forma següent: “President, Josep Castanyer i Fons; Vice-President, Amat Granell; Secretari General, Angelí Castanyer i Fons, Tresorer, Salvador Casterà; Conseller de Cultura, Emili Gascó Contell; d’Economia, Mario Soler Nicolas, d’Interior, Antoni Ferrandis Garcia; de relacions, Ferran Delvar, d’Assistència Social, Dr. Rafael Vilar Fiol.”
L’entitat no podia tenir un caràcter polític però estava -com hagués dit el sensor franquista que va abolir la Societat d’Autors Valencians- “embebida” de valencianisme i d’antifranquisme. Publicava un butlletí amb l’adreça de la seu que era al 4, rue Saint Roch, al districte 1er. parisenc. L’editorial del número 1, titulat “Valencians”, reprodueix el primer article dels estatuts que acaba amb un Visca el País Valencià:
“La casa Regional Valenciana de París, acollirà a tots els residents o transeünts a París, originaris del País Valencià (Alacantins, Castellonencs i Valentins). Per acabar amb aquests termes … contribuint així a l’engrandiment de la personalitat autòctona del nostre País i al conreu espiritual dels nostres compatriotes, dins un ambient de superació, ajuda i fraternitat. Visca el Paía Valencià”.
A continuació el Butlletí relata el primer acte de l’associació, un festival celebrat just desprès de l’assemblea constituent de la qual la premsa i radio donaren compte. Reprodueix el parlament d’Emili Gascó Contell a l’acte en qualitat de conseller de Cultura que acaba també amb un “Visca el País Valencià”; informa sobre el recital de poesia que hi dona Angelí Castanyer, i seguidament es detalla les diferents actuacions artístiques que participen a la vetllada amb l’actuació d’una rondalla, de cantants, guitarristes, i ballet. Al final de l’acte, els germans Castanyer com a secretari general i president de l’entitat prengueren la paraula amb aquests mots del president: “Gràcies a tots, i, per la nostra banda, procurarem superar-nos sempre en benefici de la nostra pàtria.”
Per saber com es finançava l’entitat a més de la quota de socis, disposem de la liquidació d’un Festival organitzat a la Sala des “Sociétés Savantes” el 14 de desembre del 1947 amb 325 entrades venudes i un benefici de 9.107 francs de l’època. En les despeses no hi figura cap partida “col·laboradors artístics”, tots participaven benèvolament.
Aquesta formula d’organitzar actes rentables constituïa, a part les quotes dels socis, la manera de finançar els actes culturals, essencialment representacions de teatre valencià i conferències. El 18 de gener del 1948 té lloc una vetllada teatral amb la representació de dos obres en un acte, “L’avespeta” de A. Casinos i “La Pepa” peça en un acte de Josep Castanyer que havia estat estrenada el 13/01/1933 al Saló Novetats de València. En aquesta època de la CRV el ritme de les activitats de l’associació és relativament elevat i continuaria així fins a principis dels seixanta. Als actes assisteixen personalitats com el director de la secció espanyola de Radiodifusion Française i els ministres valencians del govern a l’exili com Juli Just o Fernado Valera.
La mort de Josep Castanyer, el 1951, una mort anunciada des de l’estada als camps de treball del Saharà, representà sens dubte una gran pèrdua per l’associació. La presidència de la CRV va recaure en Angelí Castanyer.
Personalment recordo haver assistit als assajos teatrals que donaven peu a tertúlies animades i també haver protagonitzat una obreta teatral infantil als estudis de la Radiodifusion Française en una de les emissions en valencià de la CRV que es retransmetien a Espanya, i assistit a conferències i homenatges a pintors valencians premiats a París, Francesc Merenciano, Josep Gumbau (el pare aprofitava totes les distincions de personalitats valencianes a la capital francesa per capitalitzar-ne els efectes en un sentit patriòtic) a Maximilià Thous Llorens (“Thouets” gran amic seu), a Blasco Ibañez –destacant-ne tot el valencianisme que podia de l’escriptor i polític-, Valentí Llombart, etc….
A partir però, de l’arribada de la nova emigració econòmica dels anys seixanta, poc a poc, l’esperit nacionalista i els valors de l’exili republicà valencià que s’havien pogut transmetre un temps a la colònia de comerciants de Les Halles –el Mercat Central de París- instal·lats a la capital francesa a les acaballes de la Primera Guerra Mundial, va anar desapareixent. Vaig viure les batalles que havia de lliurar el pare per poder imposar els actes de tipus cultural en valencià en contra dels partidaris d’organitzar actes amb castellà oberts al conjunt de la colònia espanyola que deixaven més beneficis; actes dels quals eren partidaris, cada vegada més, membres de les successives juntes,
Aprofito per fer un incís. És en aquest clima que vaig començar a anar al CASAL CATALÀ i a finals dels cinquanta, principi dels seixanta, a la edat en que un jove ha de “matar el pare”, vaig “desertar” de la CASA REGIONAL VALENCIANA. Amb la visió que dona la distància, reconec que el “deure” i el treball ingrat era “militar” on més falta feia, a la CRV i fer costat al pare i als seus fidels; però l’emancipació i l’eficàcia d’un entorn propici les representava el CASAL. Les activitats de la Joventut del Casal que vam fundar, així com la revista FOC NOU, ens va portar a col·laborar des del primer moment amb el president exiliat Josep Tarradellas i seguir-lo en el seu retorn al país el 1977.[2]
El pare va mantenir les seves activitats culturals i polítiques a l’exili fins pràcticament el seu retorn a València, formant part de majories a vegades com a president, altres com a conseller de Cultura, no donant-se per vençut i aprofitant qualsevol ocasió per colar-hi els actes i les conferències de caràcter patriòtic, fins que el vaig convèncer l’any 1969 que retornar no era cap traïció, ni cap abdicació i que el seu lloc era al país on la situació política anava canviant; i no perdent la salut en una entitat que s’havia transformat -salvant la seva incansable activitat- en una sucursal del consolat espanyol i en una espècie d’agència de viatges organitzats.
De retorn a València va voler concursar als Jocs Florals del 1973 –la seva manera, crec, de dir “Ja soc aquí!”- i li van atorgar la Flor Natural. Moriria l’any següent, el 1974. Vicent Andrés Estellés escriuria a Las Provincias: “(…) El veia sovint on el vaig conèixer: en una cafeteria, en un raconet, encara tranquil d’una cafeteria. Ens reuníem sovint una colla d’amics: ell arribava sempre el primer. (…) Retrobava companys, en coneixia d’altres. Es quedava, discretament a la vora: darrere els cristalls de la cafeteria. Però tenia un secret i molt honest acontentament. Amb el pas breu caminava; amb paraula sòbria, discreta, continguda, sostenia una viva fe valenciana.”
Durant els anys d’exili parisenc, Angelí Castanyer compaginà la seva activitat a la CRV amb col·laboracions amb la premsa exiliada d’Amèrica, concursà regularment als Jocs Florals de la Llengua Catalana a l’exili, obtenint premis en particular en els de Nova York i Londres i va fer part del consistori el 1965 quan es van celebrar a París.
El 1954 publicà el seu llibre de poesies, Miratge. Al marge de l’activitat literària i la seua activitat a la C.R.V, fundà amb José del Barrio, dissident comunista, i Evarist Massip, un dirigent “comorerista”, el diari NUEVA REPÚBLICA del qual en va ser redactor en cap i director: un diari d’àmbit de política estatal en la línia critica que els dos germans havien mantingut pel que fa a la política de l’exili republicà, sobretot desprès de constatar les divisions entre partits i les claudicacions del govern exiliat.
***
Josep Castanyer, un polític de raça i dramaturg, tota la seva vida va portar el combat per la llibertat del País Valencià dintre d’una República Federal Ibèrica en els moments més difícils i dramàtics. Es jugà la vida al front -on va ser ferit en dues ocasions- a la Brigada comandada pel tinent coronel Manuel Uribarri. Del seu compromís durant la guerra disposem d’un testimoniatge de primera ma en la dedicatòria d’una fotografia del mateix Uribarri: “Al gran amic Josep Castanyer, Comissari de la Columna Valenciana que en el seu esperit d’amor a l’art, no volgué destruir el Monasteri de Guadalupe i bombardejà la fàbrica d’armes de Toledo”. I un altre fet significatiu: malgrat que la seu de Lo Rat Penat va ser requisada per un comitè revolucionari el 1936, es van poder salvar els quadres, fons documentals i arxius. Nicolau Primitiu, parlant d’aquest fet, ho comenta així: “De lo Rat Penat me diuen que gràcies a Lluís Cebrián Ibor i Josep Castanyer Fons, qui feren tornar ço que s’havien endut, s’han salvat per ara, i que volen reorganitzar allò.”
El nacionalisme d’Angelí va seguir el camí que es va traçar des de pràcticament l’adolescència, i va entregar, com el seu germà, tota una vida als seus ideals, la defensa del valencianisme i de la causa republicana. La necessitat d’haver de guanyar-se la vida en condicions adverses no fou mai un handicap pel seu activisme generós, sense càlculs de cap mena, amb la consciència de que el que no feien o no podien fer els altres, ho havia de fer ell. He tingut ocasió d’escriure i ho reitero, que Angelí Castanyer va fer tota la vida allò que cívicament considerava que s’havia de fer sense importar-li deixar d’atendre els propis interessos i fins i tot malgastar-los. Santi Cortés ha pogut escriure d’ell que “fou sens dubte l’ideòleg i l’animador més rellevant del valencianisme a l’exili”. Des de que va haver d’abandonar el país, les seves prioritats van ser de caràcter patriòtic i van anar en detriment de la seva obra poètica que s’anunciava molt més generosa.
El germans Angelí i Josep Castanyer, defensors de la llibertat del País Valencià en el si d’una República Ibèrica Federal, van lluitar per aquests ideals, en els moments d’aquella malaguanyada i feble II República i durant tot el seu llarg exili. Les seves figures són paradigmàtiques de la tragèdia del desarrelament i de l’oblit sofert per tanta i tanta gent de la seva generació.
Tanmateix, no puc deixar de concloure que malgrat la tragèdia que representa el seu llarg exili, van tenir sort: molts defensors de la causa de la llibertat, amb la democràcia retrobada, setanta anys desprès de la contesa, encara jauen a les cunetes.
Àngel Castanyer i Rausell
[2] Aquestes activitats estan relatades al meu llibre de memòries Els valors dels vençuts. De Foios a París passant per Barcelona .Pagès editor (2003)